El ministro de Educación, Raúl Figueroa, hizo un llamado a los establecimientos educacionales a "hacer un esfuerzo para que los miembros de las comunidades educativas puedan aprovechar la franja horaria Elige Vivir Sano y desarrollar actividad física entre las 6 y 9 de la mañana". Al respecto, Rodolfo Erdmann, Director de la carrera de Pedagogía en Educación Física de la U. Mayor, señala que "como idea podría ser muy buena, desde el fondo, pero no desde la forma, porque hay que contemplar que los horarios de los colegios ya están organizados". Lee el artículo completo aquí.
Alicia Cruzat, académica de la Escuela de Psicología de la U. Mayor, explica que este fenómeno “tiene un impacto en un desarrollo saludable de la exploración emocional y sexual”. Por ello, advierte que sería contraproducente, por ejemplo, limitar los contactos a través de redes sociales, porque ahora es la única vía por la cual los jóvenes pueden conectarse con sus pares. Revisa el reportaje aquí.
Con respecto a la frecuencia de uso, en Chile el 49% es para Facebook y 45% para Instagram. Gabriel Jefferies, académico de Comunicación en la U. Mayor, dice que “más que competir, estas redes se complementan. Cuando revisamos los perfiles de quienes siguen a las marcas en cada una, vemos que son segmentos diferentes y que usan cada red de manera diferente”. Revisa la nota aquí.
Razones hay muchas, dicen los expertos. Conexiones a internet inestables, la vergüenza de mostrar un espacio personal y el miedo de que ese video se replique en redes sociales. Pero también es un asunto de forma: la virtualidad agota. Patricio Abarca, Director de la Escuela de Educación de la U. Mayor, dice que encender la cámara es un acto de mostrar el espacio privado del hogar y "muchos estudiantes conviven en espacios con múltiples personas, por lo que prender una cámara puede resultar incómodo". Lee más aquí.
Las relaciones en un grupo de trabajo se hacen complejas cuando las personas no están satisfechas y perciben que el trato que reciben no es justo. “Según algunas investigaciones, las mujeres perciben que en los trabajos no son tomadas en cuenta, que se les pregunta menos sus opiniones y cuando las dan, no son escuchadas. Esto genera frustración, lo que puede provocar que se muestren más competitivas pues perciben como más duro el conseguir un lugar en la organización”, sostiene Ninoshka Fasce, directora del Magíster en Gestión de Personas de la Universidad Mayor. Lee más aquí.
- La otra secuela de la pandemía: Sexo y las ganas que se fueron con el virus
- ¿Cuál fue el primer tuit? A 15 años del mensaje debut y la evolución de la versión moderna del people meter
- Pandemia consolida el estudio de carreras a distancia
- El 69% de las antenas licitadas en el primer concurso de la Red 5G estará en Santiago