Equipo U. Mayor se adjudica fondo para estudiar la especie de cactus "Copiapoa"

El proyecto, denominado “Con ojos de Copiapoa”, es dirigido por la Dra. en Ecología, Paulina Ossa y contará con cerca de $50 millones del Ministerio de Ciencias. Su objetivo es ayudar a la comprensión del rol ecológico y cultural de estas plantas que son endémicos de la zona norte, a través de registros fotográficos y audiovisuales que serán exhibidos en Antofagasta.

 


Los copiapoas son un género de cactus endémico (con varias especies) de Chile, que se reproduce en la zona norte gracias a las condiciones climáticas, entre ellas la presencia de “camanchaca” (neblina costera), que le proporciona el agua para sobrevivir. Sin embargo, durante el último tiempo esta especie se ha visto amenazada debido al comercio ilegal, la fragmentación de su ecosistema y el cambio climático. 

Por ello, un grupo de representantes de la U. Mayor decidió elaborar un proyecto que finalmente se adjudicó el Fondo de Ciencia Pública del Ministerio de Ciencia, con el objetivo de acercar estas plantas únicas a la comunidad de Antofagasta, preservando su belleza y autenticidad a través de registros fotográficos y audiovisuales, los que serán expuestos en la Biblioteca de la ciudad durante el segundo semestre de 2025.

El proyecto, denominado “Con ojos de Copiapoa”, es dirigido por la Dra. en Ecología, Paulina Ossa, investigadora y docente de la Escuela de Medicina Veterinaria, y cuenta con la participación de María José Riveros, directora de Extensión, y María José Hinojosa, alumni de Ingeniera Forestal y presidenta de la ONG Taltal Sustentable, entre otros involucrados.

Ossa cuenta que este concurso fue a nivel país, separado por macrozonas, y se seleccionaron dos proyectos por cada caso. “Nosotros salimos seleccionados con el mayor puntaje por la Macrozona Norte, que abarca Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama", dice.

"Este proyecto es una invitación a mirar el mundo desde la perspectiva de esta curiosa cactácea que se arrima por los valles y laderas del desierto costero de Taltal”, explica la docente de Medicina Veterinaria, quien agrega: “La idea es abrir la generación del conocimiento a las distintas perspectivas posibles que ofrece esta planta, que además de un valor científico posee un valor escénico y de belleza que sirve de fuente de inspiración”.

"De este modo, se puede conectar la ciencia y el arte, pues el trabajo científico no es muy diferente del trabajo artístico y no es privativo de una comunidad. Mientras todos podamos mirar, observar, apreciar, todos podemos hacer arte y ciencia”, cierra diciendo la Dra. Paulina Ossa.