Conoce a María Teresa, la estudiante de 69 años que ingresará a la Escuela de Derecho

"No voy a pasar esperando lo último de mi vida sentada viendo televisión. No lo soportaría", dice esta exsecretaria y madre de un hijo de 30 años, quien será parte de la generación 2025 en la sede Santiago. Lleva más de diez años jubilada y dentro de su experiencia laboral compartió con abogados, lo que la incentivó a asumir este desafío. "Siento que todavía puedo ser un aporte", agrega.


 

El próximo lunes 17 de marzo será un día muy especial para cientos de nuevos estudiantes de pregrado que recibirá la U. Mayor. Pero, sin duda, lo será aún más para María Teresa Cáceres, quien a sus 69 años entrará a estudiar Derecho en la sede Santiago.

Jubilada de su trabajo como secretaria en una empresa privada, la nueva estudiante todavía recuerda con felicidad el momento en que supo que ingresaría a la universidad: “No lo podía creer, miraba el computador y salía que estaba seleccionada. Fue un día muy especial, me sentí muy contenta porque era un desafío para no dejarme caer. Hice los trámites para que me dieran la gratuidad, me la aceptaron y estoy entrando de manera regular como cualquier chiquillo de 18 años que también tuvo que sacarse la mugre para sacar un buen puntaje en la PAES”.

Nacida y criada en Santiago (1955), María Teresa es viuda y tiene un hijo de 30 años titulado de Contador Auditor. Durante su adolescencia vivió un año en España antes de regresar a dar la extinta Prueba de Aptitud Académica, en la que fue destacada, a tal punto que estudió un año y medio de Medicina, pero no quiso seguir porque no sentía cómoda rodeada de gente con enfermedades y finalmente optó por estudiar para Secretariado.

Siempre fui secretaria de gerencia, donde me tocó trabajar codo a codo con el contralor y el abogado. Me interesaban los temas que veía y me empezaron a gustar las leyes. Hice cursos de inglés, de computación y de Derecho Laboral en la Universidad Católica”, recuerda María Teresa, quien también estudió Derecho durante un año en la Universidad de Las Américas. “Esa vez postulé a una beca, pero no me la dieron, así que seguí trabajando de secretaria y haciendo más cursos para complementar mi formación”, agrega.

Hoy ya lleva más de diez años jubilada. En este tiempo ha hecho reemplazos esporádicos como secretaria, traducciones al inglés y clases de castellano en Noruega, país donde viven dos de sus hermanos y donde ella vivió tres años hasta el 2020.

Con la idea resuelta de volver a las aulas, la futura abogada comenzó el 2024 a prepararse para entrar a estudiar Derecho nuevamente. “En mis tiempos, cuando di la Prueba de Aptitud Académica, era todo bien distinto, porque el promedio de notas no valía mucho. Yo no fui muy estudiosa en el colegio, aunque me iba muy bien en humanidades y biología. Ahora tuve que partir de cero estudiando matemáticas y me iba a la biblioteca a leer para prepararme. Nunca hice un ensayo porque me ponía nerviosa”.

Luego de conocer sus puntajes y de quedar aceptada con gratuidad en nuestra casa de estudios, María Teresa reflexiona acerca de su futuro como estudiante universitaria: “Pese a la edad que tengo, siento que todavía puedo ser un aporte y de ayuda en distintas cosas en una empresa o en un grupo de personas. No voy a pasar esperando lo último de mi vida sentada viendo televisión. No lo soportaría. Todavía me siento joven, creo que puedo hacer muchas cosas y esa ha sido mi motivación para volver a estudiar”.