Simulación Clínica: la clave de la operación que separó a las siamesas Diana y Dieveline
Un equipo de más de 60 profesionales se preparó durante casi un año ocupando herramientas y técnicas de esta área. En el grupo destacó la presencia de la Dra. Ana María Donoso, egresada del Diplomado en Simulación Clínica U. Mayor, quien cuenta el trabajo previo a la operación.
Las hermanas siamesas Diana y Dieveline estuvieron internadas desde su nacimiento, en septiembre de 2020, en el Hospital Exequiel González Cortés, a la espera del día en que serían separadas.
Ambas, de padres haitianos, estaban unidas por la pelvis, pero tenían sus pulmones, riñones, hígado y corazón. Compartían el colon.
Así, el pasado 13 de octubre, un equipo médico compuesto por más de 60 profesionales logró completar el primer desafío, al que ahora seguirán otros relacionados a su recuperación y la reconstrucción urogenital.
Para alcanzar el éxito en esta operación de separación de las hermanas fue clave la preparación y el ensayo del procedimiento, que se realizó durante meses utilizando la Simulación Clínica.
Una de las líderes en esta materia fue la Dra. Ana María Donoso, quien en 2020 egresó del Diplomado de Simulación Clínica que imparte la Facultad de Ciencias de la Universidad Mayor.
“Los conocimientos adquiridos en este diplomado fueron esenciales, pues dentro del equipo que participó en todo el proceso soy la única que tiene formación en simulación. Fue la herramienta que hizo el engranaje perfecto para poder hacer esto de buena manera, con fundamentos teóricos adecuados y con el fin de leer todo lo que se venía en la operación”, cuenta la profesional.
Junto con ello, la Dra. Donoso explica los tres principales pasos a seguir durante la etapa preparatoria de la operación: “Primero se hizo planificación espacial, distribuimos los lugares; luego el de las personas, con un gráfico que mostraba cómo se verían trabajando; y, finalmente, se hizo simulación clínica con un par de muñecos, incluso bajo el escáner, para ver cómo quedaban en posición después de la separación”.
Por su parte, Gema Jaramillo, Coordinadora Académica del Centro de Simulación Clínica, indica que “la relevancia de inclusión de la Simulación Clínica ha sido importante en el quehacer de la práctica clínica, lo que se ha ido incluyendo progresivamente en la rutina de los mismos profesionales. Así lo demuestra la misma intervención de la Dra. Ana María Donoso en el trabajo con las siamesas”.
Cabe destacar que actualmente la Universidad Mayor cuenta con dos Centros de Simulación Clínica en sus sedes de Santiago y Temuco, los que además se encuentran acreditados por la Society for Simulation in Healthcare de los Estados Unidos.
Estos Centros están dotados de tecnología de punta, que permite que los estudiantes de Medicina, Enfermería, Obstetricia y Kinesiología, entre otras, junto a postgrado, puedan realizar trabajos prácticos en ambientes protegidos.
Según detalla la directora de Simulación Clínica de la U. Mayor, Katherine Daniel, los futuros profesionales se enfrentan a distintos escenarios y los equipos e implementos permiten reproducir patologías clínicas con alto nivel de realismo.
De esta manera, los alumnos de pregrado y postgrado son guiados por profesores que recrean situaciones de pacientes con diversos grados de dificultad, como paros cardiorrespiratorios o hemorragias, en una sesión que es grabada para su posterior análisis con el objeto de potenciar el razonamiento clínico, el análisis de la información y, sobre todo, la capacidad de liderazgo para la toma de decisiones en situaciones de alto estrés.