Economía // Estudio plantea que sólo un 15% de las personas puede superar sus barreras de origen y lograr mejores ingresos y calidad de vida
Según el economista del Banco Mundial Roy van der Weide, quien protagonizó un seminario organizado por el CEAS U. Mayor en conjunto con el COES, "los datos de Chile son peores que en otros países de América Latina, pues la gente se mueve menos de posición”.
Roy van der Weide es economista senior en el equipo de investigación sobre pobreza y desigualdad del Grupo de Estudios sobre Desarrollo en el Banco Mundial. Hace unos días, el profesional visitó Chile para presentar los resultados del estudio sobre Movilidad Económica Intergeneracional en el mundo, que arrojó que sólo un 15% de las personas de los países en desarrollo podrá salvar las barreras de origen y tener un ingreso más alto y una vida mejor que la que tuvieron sus padres.
En el seminario, que fue organizado por el Centro de Economía y Políticas Sociales (CEAS) de la Universidad Mayor y el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES), el PhD en Economía sostuvo que “si una persona nace en el escalafón más bajo de la escala de niveles educacionales, la posibilidad de llegar a lo más alto no es superior al 15%”. Es decir, el contexto del lugar de origen va a determinar el nivel educativo y, por ende, las oportunidades y las posibilidades de un mejor empleo.
"El país que nacemos, independiente de la clase social, es muy importante (…) Existen factores que no dominamos”, dijo Van der Weide, quien expresó que hay una relación directa entre la inversión en educación pública y la mejora en estos indicadores, ya que si mejora la movilidad baja la desigualdad y disminuye la pobreza.
El economista del Banco Mundial también afirmó que en Chile los datos de movilidad intergeneracional son peores que en los otros países de América Latina, pues la gente se mueve menos de posición, lo que da cuenta de que nuestra sociedad es más rígida en estos términos y, por ende, más desigual.
Otro punto importante es que la movilidad intergeneracional, medida como años de educación, no se correlaciona con la medida por ingreso. Es que si bien hoy las personas tienen más años de escolaridad que sus padres, eso no se ve reflejado en su sueldo, ya que el mercado laboral no ha ido evolucionando a la par de la oferta educativa. De hecho, el Dr. Van der Weide aseguró que mucha gente invirtió en educación, pero no ha visto los retornos, lo que incrementa la desigualdad y afecta la cohesión social.
El informe expuesto también arrojó que la movilidad intergeneracional de las niñas es cada vez mayor que la de los niños, pero para lograr mejoras similares en cuanto a ingresos, también es necesario reducir las amplias desigualdades de género que se presentan en el mercado laboral.
“Lo ideal es que cada individuo pueda potenciar sus habilidades, sin importar su sexo”, finalizó el académico.