"Queremos apoyarte"
Por Paula Vizoso, directoral general de Acompañamiento y Bienestar de la Universidad Mayor.
Hola!
Soy Dra. Paula Vizoso, directora general de Acompañamiento y Bienestar. Con todo el equipo que hemos formado, estoy aquí para acompañarte en este viaje universitario y ofrecerte todo el apoyo que puedas necesitar, ya sea en lo académico, emocional o simplemente orientarte en los momentos en los que las cosas se pongan difíciles.
Quiero que sepan que siempre tienen a alguien con quien contar, y si en algún momento sienten que necesitan hablar o resolver alguna inquietud, pueden escribirme directamente por whatsapp o email. Estamos a un mensaje de distancia para escucharlos, apoyarlos y asegurarnos de que esta experiencia universitaria sea lo más equilibrada y enriquecedora posible. ¡No dudes en buscarnos, estamos para ustedes!
En el corazón de la universidad, la dirección general de Acompañamiento y Bienestar trabaja día a día para tejer una red invisible pero firme que tiene como propósito apoyar a cada estudiante en su camino de formación profesional. Su misión es clara: garantizar el bienestar integral de la comunidad universitaria, como un faro que guía tanto a quienes recién comienzan como a quienes están cerca de alcanzar la meta. Y para estar siempre cerca de los estudiantes, ofrecen un canal de contacto directo y accesible a través de whatsapp, donde los estudiantes pueden resolver dudas, acceder a orientación y recibir apoyo inmediato en cualquier momento que lo necesiten.
Todo empieza con el Sistema de Acompañamiento y Seguimiento Integral, un sistema diseñado para cuidar tanto el rendimiento académico como el bienestar emocional y social de los estudiantes. Es como una brújula que sigue de cerca sus pasos, ofreciendo planes, talleres, actividades, mentorías, asesorías psicológicas, psicopedagógicas y de terapeutas ocupacionales, siempre lista para intervenir cuando alguien necesita apoyo extra. Así, no importa si el desafío es académico o personal, siempre hay una mano tendida.
Cuando la brújula detecta que un estudiante podría estar en riesgo, NIMBI entra en acción. Esta plataforma no es solo una herramienta, es un sistema atento y vigilante que reconoce cuando algo no va bien. Quizá sea una sobrecarga académica, una barrera de aprendizaje o una lucha emocional que comienza a pesar. En esos momentos, la red de apoyo integral ofrece orientación psicoeducativa, tal vez una reducción en la carga académica, apoyo psicopedagógico, o en algunos casos, una derivación a especialistas dentro o fuera de la universidad. Siempre con la confidencialidad como principio.
A veces, las señales de alerta provienen de lo más profundo, donde el bienestar emocional se ve afectado. Ahí es donde el Programa de Seguimiento Psicosocial y Psicoemocional interviene, conectando a los estudiantes con profesionales que pueden ayudarlos a navegar estos momentos: terapeutas ocupacionales, psicopedagogos, psicólogos laborales o educativos, trabajadores sociales, y otros especialistas se convierten en compañeros de viaje, orientando, guiando y, cuando es necesario, dirigiendo a los estudiantes hacia talleres grupales o programas específicos.
La inclusión, ese valor que la universidad abraza con fuerza, se materializa en el Programa de Inclusión y Seguimiento Estudiantil. Este programa es como una puerta abierta que da la bienvenida a todos, asegurándose de que cada estudiante no solo entre a la vida universitaria, sino que se mantenga, progrese y alcance su título, sin dejar a nadie atrás.
Para que todo fluya en armonía, el Programa de Convivencia Estudiantil crea un ambiente donde el respeto y la solidaridad son protagonistas. Es como un vigilante silencioso que promueve una cultura de bienestar, interviniendo en conflictos y previniendo conductas disruptivas, asegurando que la convivencia dentro de la comunidad universitaria sea tan saludable como el crecimiento académico.
Pero el viaje universitario es largo y, a veces, complicado. Por eso existe el Programa de Fidelización Estudiantil, que pone a disposición de cada estudiante un consejero que, como un guía, les acompaña durante su recorrido académico. Este consejero ayuda a los estudiantes a integrarse plenamente en la vida universitaria, promoviendo su participación y sentido de pertenencia.
Y, en el centro de todo, está la Dirección de Salud Mental, una pieza fundamental en esta historia. Organizada en tres áreas, su misión es clara: fortalecer las habilidades personales y académicas para que los estudiantes vivan una experiencia universitaria plena y equilibrada. El Área clínica de salud mental ofrece apoyo psicológico gratuito, ya sea en sesiones individuales o grupales, presenciales o telemáticas, siempre lista para escuchar. El Área de promoción y prevención crea espacios de aprendizaje a través de talleres y jornadas, enseñando a toda la comunidad a cuidar su salud mental. Y el Área de convenios, por su parte, establece lazos con instituciones externas, asegurando que ningún estudiante quede sin el apoyo necesario, incluso cuando sus necesidades requieren una atención más especializada.
Así, la Dirección General de Acompañamiento y Bienestar, con todos sus programas, crea un camino seguro para los estudiantes, un espacio donde pueden crecer, aprender y superar los desafíos que la vida universitaria les presente, siempre con la certeza de que no están solos.