Claves para surfear los desafíos del primer año de universidad
Los jóvenes que ingresan el 2022 a la educación superior cargan a cuestas con casi dos años de escolaridad online y las dificultades propias de uno de los periodos más difíciles para la humanidad, que alteró el desarrollo de su vida como el de ningún otro grupo de personas. Sin embargo, Macarena Vergara, jefa del Programa de Salud Mental de la Universidad Mayor, resalta que pertenecen a una generación más consciente de su salud mental y bienestar emocional lo que los favorece para hacer frente a los desafíos de su primer año en la universidad.
¿Te preparas para iniciar la universidad? Probablemente hay muchas preguntas que rondan tu cabeza sobre cómo será y si te las podrás arreglar. La buena noticia es que a pesar de lo desafiante que pueda ser adaptarse al nuevo escenario de la vida universitaria, existen varias formas de encontrar el apoyo necesario y que te ayudarán a sortear con éxito este difícil, pero a menudo emocionante periodo.
Macarena Vergara, jefa del Programa de Salud Mental de la Universidad Mayor comenta lo significativa que puede llegar a ser la experiencia del primer año en la universidad. “Creo que todos lo recordamos y en general los recuerdos están vinculados a experiencias positivas. Cada vez es más común que los estudiantes recuerden los primeros días y semanas en la universidad y en particular en nuestra universidad como una experiencia positiva”.
La psicóloga agrega que durante el primer año, en particular, el primer semestre es importante que los estudiantes tengan claro que es natural experimentar miedo e incertidumbre, y que “con el tiempo y a medida que vayan conociendo gente, a sus compañeros, los profesores, sepan donde está su escuela, se van a ir adaptando […] ya que que las instituciones de educación superior cada vez han hecho más avances para que los estudiantes en ese periodo se puedan sentir acogidos”.
Entre las estrategias implementadas por la Universidad Mayor para facilitar la adaptación de los estudiantes de primer año destaca el rol de los pares mentores, estudiantes de cursos superiores, que brindan apoyo académico a sus compañeros y orientación sobre diversos aspectos de la inserción a la vida universitaria, tales como gestión del tiempo, consejos sobre cómo abordar las asignaturas, y cómo resolver dudas sobre el funcionamiento de la universidad.
Cada una de las carreras cuenta también con encargados de acompañamiento, docentes que actúan como primer punto de contacto ante dificultades a nivel formativo y socioemocional.
Los encargados de acompañamiento trabajan en conjunto con la Dirección General Estudiantil formando una red multidisciplinar de apoyo para los estudiantes.
Si bien, afirma Macarena Vergara, “cada vez es más sencillo para los estudiantes darse cuenta cuándo necesitan ayuda, porque son una generación que tiene bastante conciencia de su salud mental y de su bienestar emocional”, los encargados de acompañamiento se encargan de identificar a los estudiantes que podrían necesitar apoyo para realizar un primer acercamiento y conversar con ellos.
“Hay que tener claro que este es un proceso de adaptación y que al principio es normal sentirse asustado y un poco angustiado. Si la angustia persiste y todavía me siento como en el primer día, no he conseguido encajar, me siento aislado y siento que estoy arrepentido de lo que estoy estudiando o que me está costando mucho, creo que lo primero que tiene que hacer el estudiante es acercarse a su escuela porque allí va a encontrar el apoyo de estos docentes”, recomienda la profesional.
Los estudiantes que necesitan atención especializada también cuentan con el Programa de Salud Mental que durante 2022 brindará atención presencial y en línea. Junto a las sesiones de psicoterapia gratuitas, este programa realiza a lo largo de todo el año charlas y talleres para prevenir situaciones que puedan afectar la salud mental de los estudiantes.
“Para los estudiantes que van a llegar el 2022 será un poco más difícil en el sentido que ellos llevan ya dos años de escolaridad online o si han tenido algo de presencialidad fue a finales de 2021, lo que los hizo perder el ritmo de estudio tradicional que tenían”, sostiene Macarena Vergara. Lo importante, concluye, es que “la universidad ha estado muy atenta al tema y desde hace varios años se viene trabajando fuertemente para contar con el apoyo estudiantil que se requiere”.