Recomendaciones//Conoce los beneficios de la música en la niñez

Académico de la carrera de Pedagogía en Artes Musicales de la Universidad Mayor explica la importancia de educar el entorno sonoro desde temprana edad.

 

Si se estuviera consciente de todos los beneficios que entrega la música al desarrollo humano, probablemente muchas más personas le asignarían mayor importancia en sus vidas y en la de sus hijos.

Porque, tal como explica Miguel Cid, coordinador de Extensión Artístico Cultural de la carrera de Pedagogía en Artes Musicales Básica y Media de la Universidad Mayor, la música en sus distintas expresiones es fundamental para el proceso de formación, en especial en la primera infancia, ya que ayuda a desarrollar cualidades sociales, emocionales, cognitivas, motrices y culturales.

“Esto se evidencia con importantes impactos ante constantes estímulos, los cuales generan oportunidades en la proyección y calidad de vida”, asegura el académico. “Estos avances también se pueden relacionar con otras áreas del conocimiento, como historia, lenguaje y matemáticas, a través de la expresión oral, escrita y corporal”, agrega.

Por esa razón es que Cid insta a los adultos a “educar” el entorno sonoro de los niños, dado que estos “están expuestos a múltiples estímulos que muchas veces terminan condicionándolos, al no tener las mismas posibilidades de desarrollo, o bien limitando sus capacidades ante contextos mercantiles y de vulnerabilidad social, y por qué no decirlo, de vacío cultural también”.

En definitiva, el académico clasifica en tres los tipos de estímulos que genera la música en la niñez: cognitivos, para el desarrollo de la memoria y el pensamiento con relación de conceptos e ideas; emocionales, pues la expresión artística manifiesta, con un lenguaje universal, sentimientos y emociones con un importante grado de sensibilidad; y motrices, con el ejercicio de expresión corporal, vinculado a la danza e incluso al deporte.

Si bien se sabe que los aportes de la música comienzan a los cuatro meses de gestación, Cid señala que, en el caso de que los padres quieran inculcar el aprendizaje de algún instrumento en sus hijos, lo hagan de acuerdo a lo que les sea más cómodo tocar para su edad, desde el punto de vista del tamaño y el peso del instrumento. “Así y todo, existen réplicas en miniatura, o bien instrumentos menores de fácil ejecución desde primera edad (1 año) que no implican un riesgo a su salud”, comenta.

A modo de recomendación, Cid asegura que se sugiere comenzar con canto y percusiones, para luego dar inicio a cuerdas pulsadas (tres o cuatro años). Tras esto, se pueden incorporar cuerdas frotadas e instrumentos de viento en general.

“La música es libre expresión social y cultural, que no es dependiente del virtuosismo para ser ejecutada, sólo la intencionalidad organizada y la necesidad de expresión”, remarca, y señala que la música es “un derecho que todo ser humano debe experimentar en su formación”.