Bajo estrictos protocolos, estudiantes de Geología realizaron actividad en terreno en la Región de Atacama
Los jóvenes, pertenecientes a Cuarto Año, junto a sus docentes, se realizaron exámenes para detectar covid antes y después de este campamento. Así, el viaje hasta la Quebrada Paipote resultó sin contratiempos y sirvió para que el grupo pudiera recibir la formación en terreno que es vital para el éxito en su disciplina.
Entre el 23 de noviembre y el 4 de diciembre, un grupo de 50 personas, entre estudiantes y docentes, pertenecientes a la Escuela de Geología, fueron parte de una actividad en terreno llevada a cabo en la Quebrada Paipote, en el camino internacional que lleva hacia el paso internacional San Francisco (Región de Atacama).
Según comentaron en la Escuela, este tipo de actividades son la columna vertebral de la formación de un geólogo y por este motivo era de suma urgencia realizarla. Para ello la preparación incluyó todas las medidas de seguridad indispensables
Consultado sobre esto, el director, Italo Payacán, detalló que “se implementaron protocolos como el uso de elementos de protección personal, distanciamiento durante el transporte y la toma de un test de saliva antes de partir al terreno, el cual fue realizado por investigadores de los laboratorios del campus Huechuraba”.
Una vez en terreno, las actividades comenzaban a las 6:00 hrs. y se extendían hasta las 18:00 hrs. para regresar al campamento en Tierra Amarilla. Allí cada grupo compilaba la información en mapas especiales y discutía con los docentes lo observado.
Para Matías Peña, académico de la Escuela y encargado de este terreno, la actividad resultó aún más ordenada de lo usual.
“La contingencia por el covid-19 fue especial para nosotros, dado que no se habían podido realizar actividades de esta índole. Por lo mismo, desarrollamos un protocolo específico para terreno que incluye: la obligación de mascarillas en transporte y trabajo en campamento; alcohol gel en zonas comunes (como baños y cocina); toma de temperaturas diaria; separación total de los grupos de trabajo en el campamento; uso de separación de asientos en los buses; uso de elementos tipo megáfono o amplificador para comunicación con los estudiantes y para presentaciones de datos” comentó el académico.
En tanto, Micaela Durruty, estudiante de Cuarto Año y que ha participado en una veintena de estas actividades, expresó que lo más importante de esta vez "fue la posibilidad de aplicar los conocimientos teóricos aprendidos en clases pudiendo convivir con la naturaleza. Además, destaco la oportunidad de relacionarme con mis compañeros, amigos y profesores en un ambiente externo a la Universidad”.
De regreso a Santiago, los estudiantes y académicos se realizaron un nuevo test de saliva, los que arrojaron un resultado negativo.