Estudiantes de Arquitectura obtuvieron su doble titulación en la U. IUAV de Venecia

Francisca Méndez y Fernanda Rojas, ambas beneficiadas con el programa de la U. Mayor, acaban de rendir su examen de titulación, logrando cada una la nota 7,0. El resultado fue valorado por las autoridades de la Escuela, dado el contexto sanitario que enfrentaron fuera del país. “Muchas veces pensé en volver a casa”, dice Méndez, y “pese a todo logré terminar”.  


Las estudiantes de Arquitectura de la Universidad Mayor, Francisca Méndez y Fernanda Rojas, acaban de concluir de manera sobresaliente sus estudios dentro del programa de doble titulación que ofrece la Escuela en alianza con la destacada Universidad IUAV de Venecia, Italia.

Tras casi dos años de estudio y preparación, ambas jóvenes rindieron sus exámenes de título, obteniendo cada una la nota máxima, un 7.0, motivo de orgullo para la carrera.

“Este es un programa sumamente importante, que genera un gran interés en los estudiantes”, comenta Sebastián Cifuentes, coordinador académico de Arquitectura.

El convenio permite a los estudiantes chilenos cursar el último periodo de la carrera - Taller Integrado de Título, Proyecto de Título y examen final- en dicha institución europea de renombre internacional. Por ello, hay una gran exigencia para quienes postulan, donde priman tanto las calificaciones como el compromiso del estudiante con sus estudios. “Para nosotros es importante que se mantenga esa excelencia”, recalca Cifuentes.

“Este programa es importante por varias razones”, destaca, por su parte, Marco Beovic, coordinador General Académico de la carrera, quien añade: "Permite exponerse a distintas maneras de ver la arquitectura, interactuar con otros profesores y otros compañeros, ver otras realidades tanto de la disciplina como de la vida cotidiana, por lo que creo que sin lugar a duda es un plus”.

Desde que partió el programa en el año 2013, se contabilizan cinco italianos titulados en Chile y nueve chilenos titulados en Venecia, entre los que ya se encuentran Méndez y Rojas.

“Ellas tienen un mérito bastante increíble, porque hicieron todo esto en plena pandemia, solas, con apoyo remoto nada más”, rescata Cifuentes.

La pandemia y el futuro

Hace algunos días, ambas estudiantes dieron su examen de título, en una evaluación realizada por las dos instituciones en conjunto, con los académicos de la universidad italiana en vivo y los representantes de la U. Mayor en modo remoto. Y aunque esta modalidad se utiliza desde el origen del programa, en la actualidad las interacciones virtuales se han vuelto la regla a raíz de la pandemia.

Precisamente, las jóvenes debieron realizar esta importante etapa académica en medio de una crisis sanitaria mundial, lejos de su país y sus afectos.

“Fue bastante difícil, la incerteza ante el nuevo virus y la cantidad de fallecidos diarios fue algo demasiado fuerte”, cuenta Francisca Méndez desde Venecia. “Teniendo en cuenta que en ese momento me tocó pasar casi toda la cuarentena sola (cuatro meses aproximadamente), sin familia, amigos o cercanos. Muchas veces pensé en volver a casa, pero ni eso se podía, era todo muy complicado”, agrega.

Poco a poco se retomaron las clases de forma virtual, lo que igualmente tenía sus complicaciones, considera la joven. “Siempre he pensado que nuestra carrera necesita de esa cercanía presencial con los profesores, que corrijan los proyectos o hagan esquemas a mano mientras te explican un argumento, es esencial para el entendimiento proyectual. Pese a todo, logré terminar mis asignaturas y terminar mi título. Solo bastaba un par de semanas para adaptarse al nuevo mecanismo de trabajo y agarrar el ritmo”, rescata la estudiante de 24 años.

Para Méndez prevalecía además la motivación inicial de embarcarse en este desafío académico. “El Programa de Doble Título te permite abrir muchísimo el campo laboral fuera del país, además de expandir los conocimientos sobre la arquitectura en otras áreas, que quizá no se tocan en profundidad en la Universidad. Conocer y vivir otra cultura siempre ha sido uno de mis mayores deseos, así también como viajar y hablar otros idiomas. Por lo cual el programa se adaptaba perfectamente a mis aspiraciones como estudiante”, reconoce.

Ahora, la joven pone el foco en su futuro. “El programa te permite trabajar en Europa, expandir tu currículum y sobre todo ganar una gran riqueza cultural, otorgándote más herramientas o más conocimientos a la hora de enfrentar un trabajo”, concluye.