Estudiante de Doctorado es la única chilena en ser becada por la prestigiosa Escuela de Electroquímica de la U. de Sao Paulo

Ana Vergara, del Doctorado en Ciencias de Materiales Avanzados, será la única representante del país en la versión número 15 de esta iniciativa: un simposio enfocado en electroquímica y nanomateriales, justamente los temas que aborda en su proyecto de tesis. “Ciencia no se hace solo dentro de un laboratorio, creo que las mejores ideas nacen a través de la conversación con tus pares y reconociendo la voz de la experiencia”, dice Vergara. 


 

La estudiante Ana Vergara, del Doctorado en Ciencias de Materiales Avanzados, se acaba de adjudicar una de las 50 becas internacionales otorgadas este año por la 15th PTASchool of Electrochemistry, escuela de electroquímica organizada por la Universidad de Sao Paulo, Brasil, y la International Society Electrochemistry (ISE).

Y no solo eso: la doctorante es además la única becada de Chile en esta versión.

“Para mí es una enorme oportunidad el poder participar. Soy de la idea que ciencia no se hace solo dentro de un laboratorio: creo que las mejores ideas se hacen a través de la conversación con tus pares, y sobre todo reconociendo la voz de la experiencia, en este caso los profesores, porque no todo está en los papers”, dice la estudiante.

La beca, dirigida a estudiantes de postgrado o jóvenes investigadores interesados en estos temas, permite la participación en un simposio, que este año por la pandemia será de carácter virtual, y tendrá lugar del 6 al 10 de diciembre.

Vergara postuló gracias al apoyo del profesor Andrés Ramírez, quien es su tutor en la tesis doctoral en la que ya trabaja. “Él siempre me ha incentivado a mejorar, y en este caso sobre todo porque era un tema relacionado netamente con mi tesis”, cuenta la alumna.

“Este año la escuela se enfoca mucho en lo que son los nanomateriales y la energía, básicamente en los conceptos electroquímicos, por lo tanto, podríamos decir, en palabras coloquiales, que caía como anillo al dedo a lo que Ana está realizando en su tesis doctoral, pues trabaja con técnicas electroquímicas para desarrollar y obtener nanomateriales”, agrega por su lado Ramírez.

“En palabras sencillas”, explica la estudiante, “una de las falencias que tiene la tecnología para obtener hidrógeno es el costo de los electrodos, que es muy alto porque se ocupa platino, entonces a través de este nuevo material podemos abaratar costos y lograr la eficiencia. Eso es lo que queremos averiguar, si es eficiente esta nueva propuesta”.

Por todo esto, profundiza el profesor Ramírez, “la oportunidad que representa esta beca es muy significativa para ella desde el punto de vista académico y profesional, porque es una de las escuelas más importantes en la electroquímica en Sudamérica, y destaca por tener grupos de electroquímicos muy fuertes tanto a nivel sudamericano como internacional”.

Profesora y científica

Para la estudiante de doctorado esta oportunidad es relevante por varias razones. “En el área de investigación reconozco que soy nueva, porque mis anteriores estudios estaban más ligados a pedagogía”, cuenta.

Esto ya que la profesional de 38 años estudió primero Pedagogía en Física, guiada por el amor a la ciencia que tuvo desde su niñez, incluso pasando el obstáculo de haber estudiado en un colegio técnico, donde esta área queda en segundo plano. Tras eso, y mientras ejercía como profesora, entró a estudiar Ingeniería Industrial en la U. Mayor, lo que finalmente le permitió llegar al doctorado en Ciencias de Materiales Avanzados.

“Mi principal motivación era aprender ciencias, y se dio esta opción del doctorado, lo que me parece una excelente oportunidad de conjugar todos mis conocimientos, y poder el día de mañana ser un aporte real, en un hibrido entre la investigación y la industria, porque creo que eso es lo que falta en Chile, un punto intermedio”, reflexiona.

En su momento actual, donde además de trabajar en su tesis realiza una pasantía en la Universidad Católica, Vergara da su visión acerca de las mujeres en la ciencia, un área históricamente distante para el género. “Yo por fortuna, o quizás por mi manera de ser ya que mis papás nunca hicieron una diferencia, nunca me sentí en desmedro. Y eso es lo bonito de la ciencia, que no discrimina a nadie. Aunque sí debo reconocer que quedan personas con esa ida, pero hoy cada vez más las mujeres se empoderan, por eso tenemos tantas ingenieras, investigadoras. Ya la mujer creo que se está dando su lugar como corresponde y no limitándose a ideas arcaicas, porque la ciencia es para todos”, concluye.