Como parte del ciclo “Laboratorio de las Artes”, la Vicerrectoría de Investigación realizó un conversatorio que tuvo como invitados al exponente del paste-up, Claudio Caiozzama; al representante de colectivo lumínico Delight Lab, Octavio Gana; a la actriz Paula Zúñiga; y a Camila Gormaz, creadora del videojuego “Nanopesos”.

El arte, en el contexto actual, ha adquirido un nuevo aura y resignificación: los muros de la ciudad estampados de imágenes y mensajes, performances y nuevas formas de activismo han nacido tras el estallido social del 18 de octubre.

Para conversar sobre los procesos creativos y su aporte al movimiento, la Vicerrectoría de Investigación reunió a cuatro artistas en el primer conversatorio del ciclo “Laboratorio de las Artes”, realizado este martes en el campus El Claustro.

Contra las injusticias

Octavio Gana, representante de Delight Lab, colectivo que ha creado diversas proyecciones lumínicas en espacios urbanos del país, comentó que sus intervenciones “nacen como un ímpetu cuando ocurren injusticias”, recordando que su primer acto importante fue hace un año en Plaza Italia, cuando murió el comunero Camilo Catrillanca. “No podíamos aguantar que hubiera un asesinato en democracia”, dijo.

El co-director del estudio explicó que las frases fueron naciendo con el pasar de los días y que ‘dignidad’ “cabía de cajón”, en relación a la proyección aparecida durante los primeros días en la Torre Telefónica.

Por su parte, la actriz Paula Zúñiga, expuso que “quienes veníamos trabajando en política esperábamos esta crisis hace rato y estábamos preocupados de levantar una ciudadanía desde términos reflexivos. Había una angustia y había que hacer del arte un punto de furia”.

Durante la crisis, la también docente ha utilizado su metodología de educación emocional para realizar talleres y actividades y además es parte de la coordinadora de profesionales en apoyo a víctimas de trauma ocular.

“Para mí la educación es el poder del pueblo. Estoy en una campaña de entregarle el arte a la ciudadanía, ya que no existe otra manera para resistir que el arte”, dijo, agregando que “cuando nos educamos emocionalmente estamos entregando las mejores herramientas para poder ser, relacionarnos y tejer”.

“Había una necesidad de manifestarse”

Camila Gormaz llevaba cuatro años trabajando en un videojuego sobre los conflictos modernos, cuando decidió hacer algo distinto tras el estallido, ya que a su juicio “hacía falta empatía”. Así creó “Nanopesos”, un simulador de manejo de presupuesto inspirado en el sueldo mínimo y en la desigualdad existente en Chile.

“Partí escribiéndolo como algo muy personal y no esperaba que agarrara tanto vuelo, pero tras ver que harta gente se identificaba con lo mismo, me di cuenta de que era importante mostrar distintas realidades”, dice, calificando su iniciativa como “una herramienta súper buena para difundir lo que está pasando”.

En tanto, para el fotógrafo Claudio Caiozzama, quien se ha dedicado al street art a través de la técnica del paste-up, “fue una sorpresa total” lo que pasó el 18-O.

“Ese día inauguraba una expo y al día siguiente, cuando Piñera habló de sacar a los militares a la calle, me di cuenta de lo que estaba pasando. Me di cuenta de que las artes explotaron, todo el mundo salió y se manifestó de la manera que quiso. Había una necesidad de manifestarse en las calles y fue una sorpresa muy grata”, recuerda.

Caiozzma también contó que durante estas semanas muchos han adquirido la técnica del paste –up y han realizado intervenciones en ciudades tan diversas como Concepción, Bogotá e incluso Tokio.

Octavio Gana sostuvo que las expresiones artísticas surgidas hace más de 50 días dan cuenta de una forma de repensar y explica que “empezó a nacer un creador en cada uno, con la esperanza de cómo queremos que sea lo que se viene. Es un acto creativo súper hermoso empezar a pensar cosas nuevas”.

Finalmente, la actriz Paula Zúñiga opinó que “estamos rearmando un tejido social que estaba destruido, olvidado y pisoteado, entonces esto no se va a olvidar en la medida de que seamos capaces de rearmarlo entre todos, entendiendo que la base es muchísimo más potente que la punta de la pirámide”.