Llegó el invierno: 4 consejos para cuidar a perros y gatos en días fríos
Las bajas temperaturas de este Invierno han puesto en alerta a muchas familias y sus mascotas. Por eso la médico veterinaria de la U. Mayor, Erika Mena, aborda cuatro puntos básicos a considerar para evitar problemas, enfermedades y mantener el bienestar de estos regalones.
Con la llegada del invierno, el pasado 21 de junio, se han registrado bajas considerables en las temperaturas de la zona central y en otras como Puerto Montt y Osorno, que se han convertido en las comunas más frías de los últimos días.
Por ello, del mismo modo que las personas deben tomar resguardos frente a las bajas temperaturas, las mascotas también deben someterse a cuidados especiales. Esto, ya que perros y gatos pueden presentar diversos problemas y enfermedades si se desconoce cómo cuidarlos correctamente en esta época del año.
Para resolver dudas y brindar consejos, la médico veterinaria Erika Mena, docente de la U. Mayor, establece cuatro puntos básicos a tener en cuenta por parte de tutores de perros y gatos.
1) Cuidados médicos
Aunque es un ítem que debe tenerse en consideración todo el año, la experta pone énfasis en que tanto perros y gatos tengan al día sus desparasitaciones y vacunas, según la edad. “Ahora en invierno para los perros hay vacunas más específicas para impedir que ciertos virus y bacterias los afecten. Esto es importante para todas las estaciones del año: mantener una buena condición inmunológica del paciente”, puntualiza Mena.
2) Alimentación
Según la veterinaria, es clave entregarles una alimentación lo más balanceada posible, que tenga calorías óptimas y nutrientes que van a ayudar a las mascotas a la formación de sus huesos, a mantener su pelaje y aportar a todo su organismo. “En el caso de perros y gatos que en invierno viven fuera de las casas, la calidad de la comida debe ser mucho mejor porque les da mayor energía para capear el frío”, explica.
Para Mena además es importante consultar al veterinario de cabecera de cada mascota si se puede entregar ciertos suplementos nutricionales.
Finalmente, la experta aconseja que independiente del lugar del país donde vivan, sea en “zonas donde llueve mucho o cae nieve, como el extremo sur de nuestro país, siempre hay que proporcionarles agua fresca; todos los días cambiar el agua y fijarse si está en buen estado, si no se ha congelado”.
3) Los paseos
Es importante mantenerlos, dice Mena. “Si es que están acostumbrados a llevarlos a plazas, es bueno mantener las rutinas. Esto los ayuda a mantener una buena condición corporal, que no engorden, y para evitar patologías que se pueden desencadenar si le cambias la rutina a tu perro. Por ejemplo, si estabas acostumbrado a sacarlo tres veces al día, y porque hace mucho frío decides que lo vas a sacar una vez, hay ciertas conductas que pueden aparecer por estos cambios: estrés, ansiedad, etcétera”, repara la veterinaria.
Para la salida, la docente aconseja abrigarlos, sobre todo a aquellos que tienen pelo corto o ya tienen más edad. “Si los sacamos y hay lluvia o viento, en el mercado hay muchas opciones de abrigo: impermeables, con chiporro. Si uno busca puede encontrar buenas opciones”, comenta.
Por otra parte, si hay lluvia o el pasto está muy mojado, “es importante a la vuelta secarle las patitas, ya sea con secador de pelo o toalla, dependiendo de ellos pues no todos están acostumbrados al ruido del secador”, hace notar Mena.
“Y al igual que los humanos, a los chiquititos se les reseca un poco más la piel en invierno, y como sus patitas, los cojinetes, están en contacto directo con agua, barro, es importante estar chequeando que no aparezcan lesiones, porque si no nos damos cuenta eso se contamina y podría haber otro tema que tratar”, alerta la docente.
En el caso de los gatos acostumbrados a salir, “pues más que nada lo hacen para hacer sus necesidades, en invierno es recomendable disponerles de areneros dentro del hogar. Y si lo vamos a dejar salir, también tratar de modificar un poco los horarios, que no sea muy tarde o muy temprano. Los gatos tienen una personalidad bien definida, cuesta adaptarlos, pero hay que tratar y ellos pueden llegar a entender que hace más frío afuera”, concluye.
4) El lugar para dormir
La veterinaria aconseja que en el caso de los perros que viven fuera de la casa, se les disponga de un refugio que los proteja del viento y el frio, que sea impermeable y elevado del piso para que no entre agua en caso de lluvia. “Siempre me preguntan también cuál es el tamaño adecuado. Es importante que el perro pueda estar echado cómodamente. A veces hay gente que se va al extremo, que compra casas gigantes y al final él no logra temperarse porque es mucho espacio”, subraya la veterinaria.
También recomienda que este refugio sea puesto debajo de un techo, como en un garage o en una terraza, para un resguardo extra.
“Si son perros que viven dentro de la casa, se les puede proporcionar mantitas, frazadas, aunque muchos duermen directamente en la cama con su gente”, reconoce.
Bonus track
¿Qué hago si mi perro/gato es de pelo largo y pelecha?
“En los cambios de temporada estos tienden a pelechar mucho. Para ayudarles hay que estar cepillándolos, sobre todo si les vamos a poner ropita, porque si no lo hacemos empiezan a formar motas y al final hay que entender que el pelo es un aislante térmico, ya sea para el frío o para el calor, y hay que mantenerlo lo mejor posible”, dice Mena.
¿Cuánto debería bañar a mi perro/gato en invierno?
“En gatos es ideal descartarlo totalmente, porque ellos tienden a acicalarse más también en esta época, mantienen su higiene de pelaje con sus lamidos, así que baños para un gato que no está acostumbrado, no lo recomiendo”, dice la experta.
En perros, añade, “una vez al mes es más que suficiente en invierno. Ahí depende, porque hay perros que tienen patologías dermatológicas y tienen que ser bañados más frecuente, pero eso es con indicación de cada médico veterinario”.
¿Hay cuidados diferentes con mascotas de menor edad y de edad avanzada?
“Son mucho más susceptibles a estos cambios de temperatura. A los cachorritos les cuesta más termorregular, y si no los mantenemos en lugares con temperatura adecuada, tienden a tener hipotermia”, alerta la académica.
De modo similar, hay un cuidado especial para los mayores. “A ellos el frío les afecta más en las articulaciones, así como a los abuelitos, entonces para estimularlos un poco podemos hacerles ejercicios suaves en las patitas, prepararlos si vamos a salir de paseo, hacerles masajes en articulaciones y mantenerlos en lugares temperados”, concluye Mena.