Finanzas// ¿Endeudarme o no? Académico responde 4 dudas recurrentes sobre la bancarización juvenil

Roberto Saavedra, perteneciente a la Escuela de Negocios de la U. Mayor, entrega consejos prácticos para aquellos que están en la duda de si deben adquirir una tarjeta de crédito de retail o no, o si están evaluando abrir una cuenta bancaria.

 

Cuando se entra a la universidad, es común que se acerquen vendedoras de retail para ofrecer tarjetas de crédito, que a simple vista parecen una buena oportunidad. Pero, ¿es conveniente contratarlas mientras se estudia y, por lo general, no se generan ingresos? 

Estas y otras dudas sobre la bancarización juvenil es lo que responde en esta nota el economista y académico de la Escuela de Negocios de la Universidad Mayor, Roberto Saavedra.

 

  1. Profesor, ¿es recomendable que los estudiantes se bancaricen antes de entrar al mercado laboral?

“Hay pro y contras. Los estudiantes están en un periodo en el cual no generan ingresos, y la bancarización le conviene más a la institución financiera, dado que captan al estudiante de manera anticipada.

Por el lado del estudiante, podría tener una ventaja al bancarizarse en la medida en que sea responsable con el uso de esa tarjeta. Hay que recordar que esto es “dinero plástico” y luego va asociado a un crédito, y si la persona no tiene ingresos, va a depender en alta medida de sus padres.

Entonces, en la medida de que tenga la información y los cuidados suficientes, puede convertirse en un beneficio, debido a que va a tener acceso a crédito, con lo que podría concretar incluso emprendimientos. 

Una segunda ventaja es que, estando bancarizado, la persona es ‘alguien’ en el ámbito financiero, que hoy día es básico, porque cada vez se usa menos dinero físico y se utiliza más dinero electrónico o de plástico. 

Sin ir más lejos, Chile es el segundo país del mundo que más ha crecido en bancarización, precisamente por esta estrategia de bancarizar desde edades tempranas. 

Una tercera ventaja es que le permite potenciar, no solo emprendimientos, sino también su vida laboral, pues se le hace un poco más fácil ya teniendo una historia. Hay un récord que usan los bancos para, de manera más rápida, ofrecer crédito a aquellos que se bancarizaron de manera más temprana”.

 

  1. ¿Qué tipo de cuenta sugiere abrir?

“En la etapa inicial, creo que esto siempre tiene que estar conectado a un ingreso, por lo tanto, en esta fase recomiendo cuentas vistas, que no tienen costos de mantención. 

En estas etapas de formación siempre es necesario tener los gastos al mínimo y potenciar al máximo los ingresos. En ese sentido, las cuentas vistas les permiten una flexibilidad para poder hacer giros o recibir depósitos. Hay tarjetas que pueden usar, pero solamente de débito.

Entonces, lo primero es aprender a administrar los recursos que sus padres o familia les brindan. 

Una vez que tienen más manejo con eso, perfectamente pueden subir en esta escala de bancarización, y no solamente tener esa opción, sino que tener otros productos que son muy útiles, como el acceso a adquirir una vivienda. Si se tiene un buen historial de pagos, estos productos se pueden adquirir de manera más fácil aun”.

  1. Es muy común que las tiendas de retail comiencen a ofrecerles tarjetas de crédito cuando entran a la universidad. ¿Deberían contratarlas?

Creo que no. En el periodo en que se están formando, deberían primero partir por las tarjetas vista, y si se le incorpora a esa cuenta una tarjeta de crédito, tiene que haber un adulto responsable detrás de ese pago. En esta fase, los jóvenes están recién aprendiendo a medirse, y como puede haber errores de administración, su historial bancario puede quedar con problemas por no pago o mora. Además, las tarjetas de retail son netamente de consumo, con ellas no se compra productos básicos, sino vestuario o tecnología”.

 

  1. ¿En qué aspectos deben fijarse cuando contratan una cuenta bancaria o una tarjeta de retail?

“Siempre deben ver cuáles son sus gastos e ingresos mensuales, como mesadas. El consejo es que planifiquen el año completo de manera muy simple (una planilla de Excel, por ejemplo). Así, ellos van a saber cuáles son los principales ítems mes a mes. Cuando ellos se acostumbren a usar esta dinámica para ver cuánto reciben y cuánto gastan periodo a periodo, van a poder saber cuánto pueden ahorrar y cuánto pueden gastar en mayor cuantía en los meses más exigentes, como marzo o diciembre.

En la medida que hacen este ejercicio, van a estar con mejores herramientas para ir creciendo en bancarización y determinar si les conviene una tarjeta u otra. 

Otro punto es fijarse bien en el contrato, en especial los puntos que son sensibles, por ejemplo el costo de mantención. A veces, como gancho, los bancos ofrecen mantención gratuita por unos meses, pero después van a venir costos asociados a mantención, y esos costos, si son $ 3 o $ 4 mil mensuales, fácilmente pueden sumar $ 40.000 al año. Si esto no se paga, se pueden generar intereses por mora de 9%, lo que hace que la deuda crezca considerablemente. 

Una tercera recomendación es tener cuidado con los deudores solidarios, porque normalmente las tarjetas incluyen un codeudor solidario para que respalde al estudiante que todavía no tiene ingresos.

Otros elementos importantes donde hay que fijarse son la tasa de interés, la cantidad de cuotas y el tipo de bien que adquieren (si es de consumo o durable), entre otros”.