Alumnos de la Escuela Municipal Ernesto Yáñez Rivera recorrieron por primera vez el campus y sus laboratorios, siendo guiados por académicos de los centros de Biología Integrativa y Biomedicina. “La idea es permear a nuestro entorno y esperamos que se replique en otras unidades”, dijo el Dr. Joaquín Letelier, organizador de la actividad.

En 2019, el Centro de Biología Integrativa (CIB) de la Universidad Mayor realizó las primeras charlas de divulgación científica en escuelas básicas de la comuna de Huechuraba. Durante la pandemia se retomaron en formato online y esta semana alumnos de la Escuela Municipal Ernesto Yáñez pudieron visitar por primera vez el campus.

Veinticinco estudiantes de quinto básico participaron de una “Yincana Científica” organizada por el CIB y el Centro de Biomedicina, la que fue evaluada positivamente por los niños, sus profesores y por los académicos que guiaron a los estudiantes por las distintas estaciones en los laboratorios.

“Los alumnos estaban muy emocionados. Todo es nuevo para ellos. Se impactaban al ver los laboratorios, hacían muchas preguntas, se les iluminaba la cara”, comentó su organizador, el Dr. Joaquín Letelier.

El investigador también resaltó que esta actividad de vinculación con el medio ha ido creciendo en el tiempo y se ha consolidado: “Partió sin pretensión, solo con la idea de permear la ciencia que hacemos en el Centro a las escuelas de la comuna, pero se ha transformado en algo permanente y esperamos que se replique en otras unidades de la Universidad”.

Durante el año realizarán otras cinco visitas al Campus, convocando a unos 160 alumnos de enseñanza básica de la comuna.

“Gracias por la experiencia”

Los niños y niñas de la Escuela Ernesto Yáñez valoraron la experiencia y expresaron su gratitud hacia los investigadores.

A la mayoría le llamó la atención el trabajo con las moscas - su gravedad no es la misma que nosotros- dijo uno; también que pudieron mirar de muy cerca “bichos chiquititos” a través de los microscopios; que el cerebro del ratón era muy pequeño y liso, en cambio el de nosotros es rugoso, dijo otro; la forma en que se forman y nacen los peces les pareció interesante, al igual que la cantidad de neuronas que tenemos. “Me parece increíble”, dijo otro.

Los escolares consideraron que la actividad “estuvo muy divertida y aprendimos muchas cosas”, pudiendo conocer además el trabajo de los científicos.

“Gracias por darnos la experiencia de conocer cosas nuevas, fueron buena onda con nosotros”, dijeron a coro.

Además del impacto en los niños, el Dr. Letelier valoró “muy positivamente que esta sea una actividad mancomunada que involucra a muchos estamentos de la Universidad, entre ellos la Vicerrectoría de Investigación, el Centro de Biología Integrativa, el Centro de Biomedicina, el Doctorado en Neurobiología, la Dirección de Comunicación Estratégica, la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio y Protolab”.