Proyectos U. Mayor se adjudicaron fondos de Startup Ciencia 2025 de ANID

Se trata de Beacon-Chile, a cargo del Centro de Oncología de Precisión, ProLac+, de la empresa MiniBiota Technologies y Aquashield Cherry, de EcoCropTech, ambos emprendimientos de egresados de Biotecnología.
Tres proyectos elaborados por académicos y estudiantes de la Universidad Mayor se adjudicaron fondos del concurso Startup Ciencia 2025 de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), que busca incrementar los emprendimientos de base científico-tecnológica.
Uno de ellos es Beacon-Chile, uno de los 70 ganadores de un total de 320 iniciativas que postularon en esta versión. Beacon (faro en inglés) consiste en el trabajo de secuenciación en genética almacenada como si fuera un biobanco de información, en donde el Comité Oncológico Molecular del Centro de Oncología de Precisión (COP) analiza la data clínica, más la data genética y las muestras de ADN de los pacientes con cáncer. A eso se le agrega una capa de inteligencia artificial, que es operada por un ingeniero experto en el tema.
Benjamín García, director clínico del COP, comentó que “el uso de la IA nos permitirá hacer un análisis de interpretación de datos más sofisticado en la realidad local, para poder determinar cuál es el comportamiento del paciente a lo largo de su enfermedad en base a los ensayos clínicos que hay en Chile”.
El Dr. García sostuvo que “estamos trabajando en la parte de la IA, para poder generar la información genética de manera más transversal. Los pacientes tienen que costear un examen muy caro y creemos que con este proyecto vamos a poder optimizar una serie de elementos trabajando en equipo”.
Soluciones para intolerantes a la lactosa y la agroindustria
Otro de los beneficiarios fue el proyecto ProLac+ de la empresa MiniBiota Technologies, impulsado por Javiera Román, Diego Rojas y Tomás Canepa, todos egresados de la Escuela de Biotecnología. El equipo presentó una bebida probiótica en base a kéfir, fortificada con cepas bacterianas microencapsuladas con actividad lactasa, buscando mejorar la digestión de la lactosa y fomentar la salud intestinal.
“Este fondo representa un respaldo concreto a años de trabajo, paciencia y perseverancia. Nos entrega financiamiento, visibilidad y la posibilidad de conectar con actores clave del ecosistema de innovación científica”, comentó Rojas.
Actualmente la tecnología se encuentra en TRL 4, es decir, con pruebas en laboratorio exitosas, avanzando hacia la validación tecnológica en entornos más representativos. “Durante los próximos meses realizaremos pruebas de microencapsulación, estabilidad y liberación controlada, lo que nos permitirá acercarnos al siguiente nivel de desarrollo y pilotaje”, detalló.
Por su parte, Javiera Román destacó que su paso por el concurso interno Emprende Mayor 2024 fue importante, ya que “nos permitió mejorar y consolidar nuestra propuesta, recibiendo retroalimentación valiosa y conectando con otros emprendedores de la Universidad”.
Los también egresados de Biotecnología, Nicolás Real y Jaime Cisternas, son los fundadores de EcoCropTech, otra de las empresas ganadoras con su producto Aquashield Cherry, que busca proteger el craking del fruto (partidura) a través de una emulsión orgánica y así evitar pérdidas para los agricultores y aumentar la exportación.
“Estamos muy felices por la adjudicación de este fondo, ya que nos va a permitir llevar el producto a otro nivel y destinar estos recursos no solo para mejorarlo, sino también para realizar un plan de marketing para ampliar y escalar nuestro emprendimiento y conseguir nuestras metas”, comentó Real.
Ecosistema emprendedor
Desde la Dirección de Gestión Tecnológica, Innovación y Emprendimiento (DGTIE) de la Universidad Mayor, su directora, Nancy Fuentes, comentó que “estamos muy contentos por la adjudicación de ambos proyectos, los cuales reflejan el gran potencial de los emprendimientos basados en ciencia y tecnología que surgen de nuestra Universidad. Como DGTIE seguiremos apoyándolos para que continúen en su desarrollo tecnológico y logren concretar el paso a etapas más cercanas a la salida a mercado”.
Finalmente, el equipo aconseja a otros investigadores y estudiantes a “atreverse, pedir ayuda y rodearse de personas del ecosistema emprendedor. Es clave mantener siempre la curiosidad y la perseverancia, porque la ciencia aplicada puede generar un impacto real si se conecta con las necesidades de las personas”, concluyeron.