Investigadores del CIB U. Mayor detectaron posibles biomarcadores para el diagnóstico precoz de la enfermedad de Parkinson
El laboratorio del Dr. René Vidal analizó muestras de sangre de pacientes chilenos y encontraron que el factor de crecimiento IGF2 y los genes relacionados con la autofagia estaban alterados. “La búsqueda de biomarcadores en etapas tempranas de la enfermedad aumenta la probabilidad de que las terapias que se están probando en modelos preclínicos tengan mejores resultados”, dijo.
El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa cuyo origen se desconoce, no tiene cura y se suele diagnosticar en etapas muy avanzadas. De allí la importancia de encontrar biomarcadores que permitan detectarla de manera precoz.
Durante tres años, un grupo de investigadores del Centro de Biología Integrativa (CIB) de la Universidad Mayor analizó muestras de sangre de pacientes chilenos y detectó una relación entre los niveles de IGF2 -un factor de crecimiento similar a la insulina- y el proceso de autofagia en esta patología. Este estudio fue recientemente publicado en la revista Scientific Report.
“Nos centramos en dos vías celulares que previamente en nuestro laboratorio se habían investigado y descrito como importantes factores para el desarrollo de la enfermedad. La vía IGF2, que es un factor de crecimiento asociado a la neuroprotección, y la vía de autofagia, que han sido descritos como relevantes para disminuir los niveles de proteínas tóxicas en el cerebro”, explica el Dr. René Vidal, quien dirige el laboratorio de Neurobiología Traslacional del CIB.
Mediante análisis de biología molecular, los investigadores pudieron determinar que en los pacientes que padecen la enfermedad de Parkinson, la vía IGF2 estaba disminuida y que esto se relacionaba con una alteración de los componentes de la vía autofágica. “Los resultados dieron cuenta que ambas vías están alteradas en muestras sanguíneas de pacientes chilenos con Parkinson”, dijo.
Para el Dr. Vidal, este trabajo aporta a la “búsqueda de biomarcadores en etapas tempranas, para poder mejorar la probabilidad de que las terapias que se están probando en modelos preclínicos sean validadas en pacientes en etapas más tempranas, donde el daño cerebral aún no está tan avanzado”.
También suma evidencia respecto a la población chilena, ya que la literatura científica muestra mayor número de estudios genéticos de pacientes de Estados Unidos, China y países europeos, siendo la población latinoamericana menos estudiada.
IGF2 y su efecto protector
Paralelo a este estudio clínico, el grupo está realizando trabajos de laboratorio usando modelos preclínicos de la enfermedad de Parkinson, donde han definido que, al igual que otras enfermedades neurodegenerativas, IGF2 tiene un efecto neuroprotector, pudiendo prevenir la aparición de los síntomas de la enfermedad de Parkinson utilizando terapia génica.
Además, estudian el IGF2 como un modulador del sistema inmune, teniendo esta modulación efectos neuroprotectores en modelos preclínicos de la enfermedad de Parkinson.
Dentro de los autores del estudio se encuentran los estudiantes del Doctorado en Neurobiología de la U. Mayor, Felipe Grunenwald y Marisol Cisternas, y la Dra. Denisse Sepúlveda, primera autora de este trabajo. Para el Dr. Vidal, “en términos de formación en el área de neurociencia es muy relevante su participación en este trabajo”.
Finalmente, el Dr. Vidal, quien también es director del Doctorado en Neurobiología, llamó a otros investigadores a que se sumen a este tipo de iniciativas para tener una mejor comprensión de lo que está ocurriendo en Chile en lo que respecta a este tipo de patologías como el Alzheimer o Parkinson, que cada vez tienen más incidencia en nuestra población.