Investigación del CIAH aporta una nueva perspectiva sobre director ícono del cine independiente latinoamericano
Juan Pablo Silva realizó un estudio sobre la representación de la cultura popular en la trilogía del tremendismo del director mexicano Felipe Cazals, compuesta por las películas “Canoa”, “El apando” y “Las Poquianchis”, filmadas en los años ´70. El análisis del docente involucra los conceptos de violencia, corrupción y poder disciplinario, y su relación con la realidad del país azteca.
Clásicos indiscutidos del cine creado en estas latitudes: las películas “Canoa”, “El apando” y “Las Poquianchis” son analizadas en una nueva publicación del Dr. Juan Pablo Silva, académico del Centro de Investigación en Arte y Humanidades de la U. Mayor.
El autor explica que la trilogía está enmarcada dentro del concepto de “tremendismo”, que surge a partir de los estudios literarios españoles de los años ´40 como una forma de pensar las novelas que realzaban los aspectos más crudos o tremendos de la vida. “El tremendismo tiene directa relación con la crueldad y el abuso. De algún modo se trata de hacer ver y entender la crueldad como fenómeno cultural, social y psicológico”, detalla.
De industrial a lo popular
Estrenadas entre 1975 y 1976, las películas de esta trilogía recrean tres crudas situaciones: el linchamiento de cinco trabajadores de la Universidad de Puebla (“Canoa”); la experiencia en la cárcel de tres jóvenes drogadictos (“El apando”); y la historia de tres hermanas que mantuvieron una red de trata de blancas gracias a la protección de las autoridades locales y estatales (“Las Poquianchis”).
La temática y la manera cómo abordan las diferentes problemáticas que exponen se diferencia de la cinematografía de la época dorada del cine mexicano de las décadas anteriores. Según el Dr. Juan Pablo Silva, durante el apogeo del cine comercial mexicano la representación de lo popular se limitó “a un conjunto de rasgos culturales más o menos homogéneos e inmutables en el tiempo. De algún modo, en estas producciones lo popular se representa desde una mirada ahistórica”.
“La trilogía de Felipe Cazals expone una crítica a la crueldad, el abuso, la corrupción y la violencia como una cuestión institucionalizada”, afirma el autor. Y agrega que el director mexicano busca complejizar esos aspectos de la realidad, contribuyendo a diversificar la representación de lo popular en el cine de este país.
En su análisis, el Dr. Juan Pablo Silva, concluye que estas películas contribuyen a “la objetivación de unos modos de ver y hacer entender lo popular, ya no desde la mirada esencialista que caracterizó a la “época de oro” y que transformó la cultura popular en industria cultural, sino desde una mirada crítica que puso en escena un nuevo imaginario de los sujetos populares”.
Los resultados de la investigación, publicados en la revista Arte, Individuo y Sociedad, forman parte de un proyecto que aborda la relación entre cine y delincuencia en Colombia, Chile y México, financiado por la Dirección de Investigación y Creación Artística de la Universidad Mayor.