Carl Sagan: un pensamiento escéptico
Rogelio Rodríguez Muñoz, académico de la Universidad Mayor escribe opinión de Carl Sagan en Filco.es, 28 de septiembre de 2022.
A pesar de vivir en la época más ilustrada, las convicciones mitológicas, las creencias sobrenaturales y las supersticiones populares no han desaparecido. Carl Sagan, astrofísico, cosmólogo, escritor y divulgador científico estadounidense, dedicó toda su vida a divulgar el modo de pensar científico. Una forma de acercarse a la realidad que complementa la apertura a las nuevas preguntas con un escepticismo crítico y una rigurosidad rígida.
Termino, hace unos días, la lectura de la biografía de Carl Sagan redactada por William Poundstone: Carl Sagan. Una vida en el cosmos. El relato, escrito en un estilo ameno que, sin embargo, no elude el rigor que exige el género, abarca la vida del reconocido astrónomo desde antes de su nacimiento, el 9 de noviembre de 1934, hasta su temprana muerte ocurrida el 20 de diciembre de 1996.
Poundstone hurga tanto en la cautivadora y fructífera trayectoria académica y científica de Sagan como en las vicisitudes de su vida personal, lo que hace de su libro un completo y muy instructivo registro de la figura de este notable y a la vez controvertido escritor y hombre de ciencia.
Soy un convencido de que leer las obras de Carl Sagan es tarea ineludible para toda persona de pensamiento libre. Sobre todo la última que escribió, El mundo y sus demonios, que es un estimulante y contundente ataque, en nombre de la razón y la ciencia, a los prejuicios, las supersticiones y las creencias que se visten engañosamente con el ropaje de la fraseología científica, es decir, a lo que se conoce como pseudociencias. Miles de millones. Pensamientos de vida y muerte en la antesala del milenio, una recopilación de ensayos provocadores que Sagan preparó poco antes de morir, es también un libro muy recomendable.
Quiero centrarme, en lo que sigue, en El mundo y sus demonios. Su subtítulo es La ciencia como una luz en la oscuridad y, revisando sus páginas, no puede desconocerse que unas armas adecuadas para desarmar tanta charlatanería pseudocientífica que se escucha a nuestro alrededor son el método científico y la actitud racional. Carl Sagan se muestra como un expositor de primera línea para defender estos criterios de forma rotunda, clara y pedagógica y desenmascarar, así, con amenidad y elegancia, todo fraude que pretenda falazmente algún valor intelectual.
Rogelio Rodríguez Muñoz, académico de la Universidad Mayor