Co-fundador de The Not Co: “Mis ganas de impactar con soluciones para la sociedad eran más fuertes que el laboratorio”

En esta entrevista, Pablo Zamora habla de su tránsito de la ciencia pura y dura a los bionegocios, entre ellos The Not Co, reconocida empresa que co-fundó. También se refiere al desarrollo de la Biotecnología en Chile y la necesidad de que los científicos identifiquen problemáticas que afectan a la sociedad. El bioquímico ofrecerá una charla este jueves 29, en la jornada con la que la U. Mayor celebrará el Día del/la Biotecnólogo/a. 

Pablo Zamora es multifacético: es bioquímico, doctor en Biotecnología, empresario, asesor de empresas extranjeras, tiene un programa en la radio y emprendió con una escuela que enseña ciencia a niños en Melipilla.  

El científico es uno de los co-fundadores de The Not Co, la compañía chilena que utiliza inteligencia artificial para crear alimentos sustentables usando una combinación de sólo plantas; y este jueves 29 de noviembre (a partir de las 15.15 hrs.) participará en la jornada online que organizó la Escuela de Biotecnología de la U. Mayor para celebrar el Día del/la Biotecnólogo/a.

Allí, Zamora compartirá con estudiantes y académicos, su experiencia respecto de “cómo un científico transita, de acuerdo a algunas decisiones, a ciertos caminos que te permiten convertir el conocimiento en impacto social”, adelanta.  

“Me referiré a cómo fui enfrentando mi carrera, desde investigador de laboratorio hasta fundador de tres compañías y una fundación; y quiero contar de manera vivencial cuáles son las lecciones que aprendí en el camino, cuáles son las visiones que hay que poner sobre la mesa a la hora de tomar ciertas decisiones y por qué yo creo que la biotecnología es absolutamente válida, útil y generosa para poder romper con el status quo”, dice. 

 

- Pablo, ¿cómo fue ese tránsito del laboratorio al mundo de los negocios? 

“Soy bioquímico de formación, hice un doctorado en Biotecnología, he estado orientado fuertemente al desarrollo de ciencia aplicada, pero mis ganas de querer impactar con soluciones eran más fuertes que el laboratorio propiamente tal, entonces me empecé a meter en temas relacionados con cómo hacer patentamientos de las invenciones, para tener la mayor cantidad de herramientas posible para poder analizar problemáticas desde distintas ópticas: la óptica experimental, de las ciencias biológicas... Y posteriormente me involucré en desarrollos de iniciativas ambientales o bionegocios.  

Entonces, esta voluntad de transitar a estos ambientes que son un poco desconocidos para los laboratorios, te permite perfilarte como alguien con una experticia técnica muy fuerte, pero también con habilidades de negocios en cosas que pueden relevar un poco el rol de la ciencia en las compañías y al mismo tiempo que tomen un rol preponderante al momento de desarrollar estrategias de negocios”. 

 

- ¿Has fallado alguna vez durante tu carrera?  

“Si me preguntas por un error garrafal que haya cometido, no reconozco ninguno. Lo único es que con las decisiones que he tomado he dejado proyectos inconclusos.  

Además, me ha costado tratar de mantener las relaciones en equilibrio. No es muy fácil, cuando se trabaja muy rápido, poner atención a todos los temas al mismo tiempo. El desarrollo científico tiene una disciplina y un carácter de ejecutar de forma bien rigurosa, y muchas veces esta rigurosidad no necesariamente es compatible con el desarrollo de la velocidad del negocio, por lo tanto hay que entender muy bien cuándo parar la investigación para poder generar el prototipo que sea capaz de convencer para llegar al mercado. 

Lo otro que para mí ha sido un desafío es saber relacionarse con las entidades que te van a apoyar de forma adecuada. Muchas veces quienes se quieren relacionar contigo no tienen las mismas intenciones que tú, entonces hay que tener buena lectura respecto de con quiénes te vas a relacionar, llámese socios, partners, etc.”. 

 

- La Biotecnología en Chile ha hecho noticia últimamente por logros como la creación de vacunas, su contribución la producción acuícola, entre otros. ¿Cómo ves que se ha ido desarrollando esta disciplina en el último tiempo? 

“La biotecnología tiene dos grandes bases: el primero es la disciplina de la Biotecnología como estudio y la generación de conocimiento y habilidades técnicas en un grupo de personas. En este aspecto ha crecido bastante, hay muchos pregrados, doctorados y hemos generado una masa crítica. 

 Pero el otro lado de la Biotecnología es cómo se entiende ya a nivel sistémico. No es la disciplina del conocimiento, sino cómo yo genero, a partir de agentes biológicos, una solución que finalmente impacte a la sociedad.  

Ahora estamos transitando al hecho de que muchas de estas personas que fueron formadas bajo esos cánones académicos, tienen la capacidad de identificar problemáticas afuera, tener equipos competitivos y ofrecer soluciones a la sociedad”. 

 

- ¿Y las empresas? 

“Hay muchas empresas en Chile que están haciendo biotecnología, pero lo que tenemos que lograr es que esta masa de gente que enseña el conocimiento, también tenga las agallas de poder poner este conocimiento afuera. No basta con transmitir conocimientos, si lo que tú quieres con esta disciplina es impactar. Y si no logras hacer el loop entre la generación del conocimiento y el impacto potencial de ese conocimiento, se diluyen los esfuerzos de la Biotecnología.  

Entonces, con los problemas que tenemos hoy día en Chile, publicar tu investigación en una revista especializada donde los únicos que te revisan son tus pares académicos, para mí no tiene ningún impacto, no es la forma”. 

  

- ¿Cómo fue tu paso por la universidad? ¿Qué recuerdas de esa etapa? 

“Estudié Bioquímica en la Usach. Tuve mucho esfuerzo cognitivo, eran temas de alta complejidad y yo en el colegio no tuve una muy buena formación. Me costó llegar a los estándares que la academia me exigía.  

De todas maneras, tuve una experiencia súper grata, no con tantos amigos como muchas personas lograron amalgamar en la universidad, pero sí con mucha disciplina y efervescencia.  

Me tocó ir a la Antártica en el pregrado, fue una experiencia maravillosa. Estuve trabajando en el reactor nuclear de La Reina, conocí la selva mexicana… Entonces, perfilé mi carrera a hacer lo que efectivamente quería de la ciencia antes de entrar a estudiar bioquímica. Más que estar en el laboratorio, quería hacer cosas locas. Utilizo la ciencia como un articulador de los temas que quiero mover, y eso es una decisión de vida.  

En ese sentido, el pregrado me dio las herramientas para generar todas estas disrupciones que quería hacer en diferentes ámbitos, entre ellos trabajo con comunidades. Y para mí ese rigor académico, esa mirada crítica respecto del quehacer científico, al mismo tiempo me perfiló con el sello que tenía la universidad, que era ultra social. Eso se lo agradezco profundamente a la universidad. Muchos compañeros odiaban la carrera por la complejidad, pero a mí me gustaba mucho; si tuviera que decidir de nuevo, feliz volvería a estudiar bioquímica”. 

 

En la actividad de este jueves en la que participará Pablo Zamora, también expondrán otros cuatro destacados científicos, quienes compartirán con el público sus casos de éxito y experiencias que han vivido a lo largo de su carrera.

Ellos son: la Dra. Bernardita Araya, con la conferencia "No todos los caminos llevan a Roma - los múltiples caminos de la ciencia" (10.30 hrs.); la Dra. María Belén Camarada, con la charla "Nanotecnología en Biotecnología" (11.30 hrs.); el biotecnólogo Camilo Bravo (alumni de nuestra Universidad), con "Emprendiendo con bases científicas" (14.30 hrs.); y el Dr. Ricardo Nilo, con la exposición "Plant biotechnology for the XXI Century" (16.15 hrs.).

Para conectarte pincha AQUÍ.