Estudiantes de Postgrado publican artículos que aportan nuevos datos sobre los beneficios del ejercicio para prevenir enfermedades
Giovanny Arenas, perteneciente al Magister en Fisiología del Ejercicio, y el Dr. Juan Manuel Guzmán, residente de la Especialidad en Medicina del Deporte, enfocaron sus estudios en el uso de la bicicleta y la caminata como medios de transporte cotidianos y los beneficios de ciertos ejercicios para disminuir la presión arterial.
La investigación es una parte crucial en los programas de Postgrado y Especialidades Médicas de la U. Mayor. Así, si bien la pandemia ha obligado al traslado hacia las clases virtuales, la producción de nuevo conocimiento no se ha detenido.
Dos ejemplos de ello son estudios realizados por Giovanny Arenas, estudiante del Magíster en Fisiología del Ejercicio, y el Dr. Juan Manuel Guzmán, residente de Segundo Año de la Especialidad en Medicina del Deporte, quienes recientemente publicaron sus trabajos en las revistas Salud UIS y la International Journal of Environmental Research and Public, respectivamente.
Transporte activo
En el caso del Dr. Guzmán, su trabajo de tituló “Active Transportation and Obesity Indicators in Adults from Latin America: ELANS Multi-Country Study” y abordó por primera vez cómo el transporte activo, es decir los traslados usando bicicletas y/o caminata, pueden ser un factor relevante para combatir la pandemia de la obesidad en Latinoamérica.
Esto, ya que la inactividad física y la obesidad están dentro de las principales causas de muertes previsibles por enfermedades cardiovasculares y cáncer. Sumado a que el 60% de la población latinoamericana sufre de sobrepeso y obesidad, mientras la cifra mundial es de 39%.
“En otros países se ha calculado cuánto ahorraría el sistema de salud al aumentar el transporte activo en la población. En el caso de Inglaterra, por ejemplo, si tan solo se aumentara la caminata en 1 km o más, o el uso de la bicicleta en 3 km, de forma diaria, se ahorrarían $17 mil millones de libras esterlinas en 20 años, lo que equivale a más de $17 billones de pesos chilenos. En ese sentido es importantísimo que se invierta en transporte activo, pues a la larga un país que incentiva este tipo de transporte está ahorrando en gasto en salud pública”, explicó el Dr. Guzman.
El estudio, que se desarrolló de manera conjunta entre equipos multidisciplinarios de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú y Venezuela, y que es único en su tipo dentro de Latinoamérica, incluyó más de 8 mil participantes de entre 18 a 65 años.
Entre los participantes, un 55,2% realizaba un transporte activo con una media de 24,3 minutos. De esta forma, los resultados mostraron un vínculo entre transporte activo y una menor masa corporal, y reafirmaron la necesidad de trabajar en torno a políticas públicas que promuevan la incorporación de este tipo de actividad física que no requiere tiempo adicional para quienes la practican y se puede incorporar a los hábitos diarios sin incorporar gastos adicionales.
Presión arterial en personas mayores
En tanto, el estudio “Efecto del entrenamiento de fuerza prensil de intensidad ascendente sobre la presión arterial y la cinética de oxigenación muscular en personas mayores hipertensas tipo l”, perteneciente a Giovanny Arenas, buscó determinar los efectos de los ejercicios de fuerza prensil, es decir de sujeción de objetos, sobre la presión arterial en personas mayores.
En él participaron 50 personas, todas físicamente activas, con un promedio de 64,3 años, y durante la realización se pudo observar cómo este tipo de ejercicio provocaba una baja en la presión post ejercicio, lo que traería potenciales beneficios para este grupo etario, que contrario a lo que se podría pensar, es perfectamente capaz de realizar ejercicios en que la fuerza utilizada es cada vez más.
“En general realizar ejercicio físico de forma regular va a generar una respuesta hipotensora, sin embargo, siempre va a ser más efectivo y seguro un protocolo de ejercicio controlado por un profesional del área”, comentó el estudiante.