Investigación del Magíster en Educación releva el aprendizaje socioemocional en la educación post-pandemia

El estudio de Paulina Damiano y Hernán González aporta evidencia local sobre los desafíos actuales y futuros del sistema educativo, a través del estudio de las percepciones del profesorado de escuelas públicas vulnerables de Chile sobre la educación remota y sus impactos en el aprendizaje. El trabajo de tesis de los profesionales fue seleccionado para formar parte de un compendio de la Red Educativa Mundial (REDEM).


La pandemia por Covid-19 obligó al cierre de los colegios y mantuvo a millones de estudiantes en sus casas, limitando su acceso a educación de calidad y profundizando las brechas educativas generadas por la desigualdad económica.

¿Cómo se vivió la educación en este proceso? Paulina Damiano y Hernán González, titulados del Magíster en Ciencias de la Educación de la U. Mayor, se propusieron responder esta pregunta centrando su tesis en el estudio de las percepciones de docentes de escuelas municipales vulnerables de Santiago sobre la implementación de la educación remota y sus impactos en la realidad educativa.

Para los profesionales, la permanencia hasta ahora, y probablemente por mucho tiempo más, de los efectos de la pandemia en las familias y los aprendizajes de los estudiantes, hace que entender el proceso de implementación de la educación remota, sea fundamental para “abordar la experiencia y sus consecuencias de mejor manera, con una mirada mucho más integral y amplia”, sostiene Paulina Damiano, quien trabaja como Jefa de la Unidad Técnico Pedagógica en la Escuela Básica Araucarias de Chile.

Hernán González, actualmente Jefe técnico de Educación Media en el Colegio Cristiano Emmanuel, apunta además a la importancia de rescatar la mirada de los docentes y comprobar la desigualdad que afecta a las comunidades. Para el profesional es importante “evidenciar las diferencias contextuales que por muy lógico que parezca siempre muestran que la realidad es más cruda”.

 

La mirada de los docentes

El estudio recogió la mirada de los docentes de enseñanza básica de cinco escuelas municipales vulnerables de Conchalí durante el 2021, tras cumplirse un año de la implementación de la educación remota en todo el país.

Entre las dificultades que afectaron a profesores y estudiantes, la investigación evidenció que la falta de conectividad y dispositivos tecnológicos fue una de las más importantes. Paulina Damiano, señala que esta carencia “puso en jaque al sistema educativo, pues a nivel país se hablaba de la educación remota como algo accesible, pero la realidad decía otra cosa”.

Los autores reconocen que la brecha digital puede provocar el aumento de la brecha educativa y la deserción escolar. Sobre este punto, Hernán González agrega que “las instituciones debieron poner sus esfuerzos en resolver estas dificultades y otras para que los estudiantes pudieran acceder a la continuidad del proceso educativo”.

Según constató el equipo, el profesorado reaccionó ante la falta de recursos de conexión, esforzándose por mantener la comunicación con los estudiantes y sus familias para “salvaguardar que el impacto que ya se mostraba negativo no se acrecentara, lo que habla de una voluntad de apoyar de forma activa a su comunidad educativa”, subraya el autor.

Lo que viene

En el lado positivo, un aspecto que recoge el estudio es la oportunidad que planteó la experiencia de la educación remota para incorporar en mayor medida la tecnología en los procesos de enseñanza aprendizaje. Si bien el uso de la tecnología está instalado desde hace algún tiempo, los autores constataron que los docentes están conscientes de que “la pandemia demostró la necesidad de utilizarla de forma activa y permanente”.

Como parte también del análisis de los docentes, Paulina Damiano destaca “la claridad de los profesionales en lo que viene: invertir todos los recursos en recuperar los aprendizajes y restituir la convivencia escolar, para recuperar el tejido social de las escuelas evitando la deserción”.

“La lógica debe estar puesta en el cambio, como una oportunidad de repensar la dinámica de la enseñanza aprendizaje y la innovación en la educación post-pandemia”, indica Hernán González, quien además llama la atención sobre el rol de las autoridades “para salvaguardar que las brechas educativas ya existentes antes de la pandemia y profundizadas a partir de esta, no se sigan acrecentando por las diferencias de origen, poniendo sus esfuerzos en entregar soluciones rápidas, pertinentes y sistemáticas en el tiempo”.

La investigación concluye que el pilar de la educación post-pandemia debe ser la educación socioemocional que permita fortalecer los vínculos de las comunidades educativas. “Necesitamos más que nunca construir comunidad”, enfatiza Paulina Damiano.

El estudio fue seleccionado por la Red Educativa Mundial (REDEM) para formar parte del compendio “Selección de Experiencias, Investigación y Prácticas en Educación en el Ámbito Internacional”, publicado a inicios de 2022.