Estudiantes de Diseño asesorarán a 21 emprendedores para crear la identidad visual de sus marcas

Esta es la cuarta versión de este proyecto de Vinculación con el Medio que desde 2021 junta a futuros profesionales con pequeños empresarios que son parte de la red del Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec) de Ñuñoa y Puente Alto. En total, ya son 62 los emprendedores que han contado con el apoyo de los alumnos y este 2024 se agregarán 21 más. 


 

Gracias a las exitosas experiencias anteriores, este año nuevamente los estudiantes de la asignatura Taller IV de la carrera de Diseño están colaborando en la creación del contenido visual de marcas de emprendedores de los Centros de Apoyo para el Emprendimiento de Sercotec de Ñuñoa y Puente Alto. Esta actividad incluye la creación o rediseño del logo y su aplicación en los distintos productos o elementos que se requieran, con el fin de ofrecer una propuesta que mejore la identidad visual de las marcas, ayudándolas a destacar en el mercado.

“El enfoque principal del curso es fomentar el aprendizaje a través de la experiencia, y este proyecto nos permite conectar los contenidos académicos con la realidad profesional, ofreciendo a los estudiantes la oportunidad de aplicar sus conocimientos en un contexto real, mientras contribuyen a solucionar desafíos concretos” explica Luz María Sepúlveda, docente de la carrera de Diseño y encargada del proyecto.

En total, ya son 62 los emprendedores que han contado con el apoyo de los estudiantes para impulsar sus negocios, y este 2024 serán 21 más. El asesor de Sercotec, José Ignacio Barraza, destaca que con esta iniciativa los empresarios pueden acceder a un servicio de calidad de diseño gráfico para el desarrollo de sus empresas. “En general, para muchos de ellos/a la identidad de marca es algo muy lejano, considerado para empresas de mayor tamaño o solvencia. En este proceso de trabajo con los alumnos/as, nuestras empresas entienden e incorporan la relevancia y ponen de manifiesto la propuesta de valor visual de su empresa, lo que instala a nuestras empresas desde un paradigma de competitividad con su ecosistema” señala.

Una de las estudiantes que participó el año pasado es Daniela Arellano, quien resume su experiencia en este proceso como “una oportunidad que se agradece ya que nos adentra un poco en la experiencia real de trabajo que tendremos en un futuro, y es mejor ya que nos están guiando los y las docentes y aconsejando también con sus propias experiencias a lo largo del proceso”.

“Este proceso de aprendizaje y retroalimentación mutua, donde todos los involucrados se comprometen, ha sido clave para el éxito del proyecto, y esperamos seguir expandiéndolo y replicando en el futuro”, finaliza diciendo la docente Luz María Sepúlveda.