Salud//¿Sufres de bruxismo? Experta entrega consejos para prevenir este desagradable trastorno

Mejorar el descanso y evitar ciertas conductas y alimentos son clave para no sufrir las consecuencias, comenta Jacqueline Brunet, académica de Postgrado de Odontología U. Mayor.

 

La palabra “bruxismo” se ha vuelto bastante común de escuchar en el último tiempo, quizás porque es un trastorno que se asocia con problemas de la sociedad actual, como la ansiedad o la depresión.

Y si bien no se sabe con exactitud a qué porcentaje de la población afecta, algunos estudios han estimado su prevalencia en más de un 50%. De hecho, una investigación realizada entre estudiantes de Odontología de la Universidad Mayor encontró una prevalencia de 56%.

Para evitar ser parte de esos porcentajes, la directora docente de Postgrado de Odontología de la U. Mayor, Jacqueline Brunet, explica aquí cuáles son los factores que causan este hábito de apretar o rechinar los dientes de manera repetitiva e inconsciente, y entrega recomendaciones para prevenirlo.

En primer lugar, la doctora subraya que existen dos tipos de bruxismo: el bruxismo de vigilia (que ocurre mientras se está despierto) y el bruxismo de sueño. En el caso del primero, generalmente está asociado a la ansiedad y la depresión; mientras que el segundo se relaciona con alteraciones en el nivel de algunos neurotransmisores del sistema nervioso central; al uso de drogas como anfetaminas, tabaco y alcohol; a algunos antidepresivos; o al reflujo gastroesofágico, entre otros factores.

Con respecto a los síntomas, la académica sostiene que “la única manera de tener un diagnóstico certero  es someterse a una polisomnografía (prueba usada para el estudio del sueño), pero como es un examen caro y que se realiza en un ambiente hospitalario, por lo general se considera para el diagnóstico el reporte del paciente y de familiares sobre el apriete o rechinamiento dentario frecuente, así como signos y síntomas clínicos como dolores musculares a nivel de la cara al despertar, sensación de fatiga, fractura sin causa aparente de restauraciones, desgaste dentario, etc.”.

La profesional indica agrega que para prevenir el bruxismo es importante tener una adecuada higiene del sueño, evitando sustancias como café, tabaco y alcohol antes de dormir, y evitando hacer ejercicios físicos intensos antes de acostarse. De esa forma, dice, “se puede lograr un sueño reparador en cantidad y calidad”.

En el caso de las personas que sean muy ansiosas, la especialista indica que pueden ayudarse con ejercicios de relajación o meditación, los que les permitirán enfrentar de mejor manera sus actividades de estudio o laborales.

Posibles tratamientos

Al ser consultada sobre cuáles son los tratamientos que existen para el bruxismo, la docente comenta que, si se trata de bruxismo de vigilia, “es indispensable que el paciente tome consciencia de su alteración, para poder controlarla. Para eso, se usan mecanismos de biofeedback que consisten, por ejemplo, en colocar señales visuales en lugares estratégicos e instruir al paciente para que, al mirarlas, se fije si está apretando los dientes y de ese modo aprender a controlar estas contracciones musculares que provocan dolor y cansancio”.

En ese sentido, enfatiza que “lo más importante es educar al paciente acerca de su parafunción”.

En el caso del bruxismo de sueño, la académica de la U. Mayor asegura que “muchas veces se debe recurrir a interconsulta con psicólogos, en caso de adicción a fármacos, o buscar medicamentos alternativos a aquellos que aumentan el bruxismo”.

Señala que además hay tratamientos farmacológicos como antiinflamatorios combinados con relajantes musculares y algunos antidepresivos, y también pueden ayudar las placas de uso nocturno, que “si bien no eliminan el bruxismo, ayudan a evitar los daños que este produce en los dientes y en la musculatura. Pero deben estar bien realizados y controlarse periódicamente para que sean efectivos”, recomienda la docente.

Asimismo, existen otros tratamientos complementarios como la acupuntura y la aplicación de toxina botulínica, “pero ningún tratamiento es eficaz por sí solo”, remarca.

En cuanto a los riesgos que se pueden correr si no se trata este problema de salud, Brunet explica que, a nivel muscular, se puede generar cansancio o fatiga crónica, dolor muscular localizado en la cara o incluso el cuello, lo que puede ocasionar dolores de cabeza frecuentes y generar daño a nivel de las articulaciones que unen la mandíbula con el cráneo.

A nivel de los dientes, puede haber desgastes de diversa magnitud, pudiendo llegar a ser muy severo, comprometiendo la estética y la función.

“En general, es una condición que altera la calidad de vida de los pacientes, por lo que es importante consultar al odontólogo y comprometerse en el tratamiento, puesto que la cooperación del paciente es indispensable para controlar el problema”, concluye Brunet.