"No quiero ser madre": investigadora U. Mayor analiza los factores que influyen en esta decisión

“Ahora una toma decisiones no tanto por el deber ser, sino que ponderando las alternativas y qué es lo que te hace más feliz como mujer”, explica Claudia Mora, doctora en Sociología e investigadora del Centro Sociedad Tecnológica y Futuro Humano, quien enumera puntos como la educación, la excesiva carga doméstica, la incorporación al mercado laboral e incluso la pandemia como factores claves para explicar esta nueva realidad.


En las últimas semanas, conocidas mujeres del espectáculo nacional han hecho noticia por referirse a un tema que, si bien es cada vez más común, sigue siendo una excepción a la regla: la opción de no ser madres.

“Nunca me propuse no ser mamá”, contó la actriz Amparo Noguera (56) en una reciente entrevista televisiva, reconociendo que más que una decisión, fue algo que simplemente ocurrió. Más tajante fue la cantante e influencer Vesta Lugg (26). "No quiero ser madre”, expresó a través de sus redes sociales.

¿Cómo ha cambiado la percepción de la maternidad en las mujeres en general, y en las chilenas en particular? Claudia Mora, doctora en Sociología e investigadora del Centro Sociedad Tecnológica y Futuro Humano de la Universidad Mayor, hace un profundo análisis sobre este tema.

Para la experta en temáticas de género, lo primero que se debe entender es que esta realidad se inserta en un contexto cultural y social. “Si ves cómo ha ido cambiando la composición familiar a través de la historia, sobre todo en los últimos 30 años, la decisión de no tener hijos también está dentro de un contexto en que la tasa global de fecundidad ha disminuido drásticamente en Chile”, explica Mora.

Las cifras locales ponen en evidencia ese fenómeno: mientras en el Censo de 2002 el promedio era de 1,6 hijos por mujer, en la misma medición de 2017 ese dato llegó a 1,3 hijos promedio por mujer, según cifras del INE.

“Y todos los informes indican que a raíz de la pandemia esto ha disminuido aún más”, advierte Mora.

Así, continúa la experta, la decisión de no tener hijos para una mujer pasa por aspectos sociales y culturales, pero también por cómo las mujeres se posicionan dentro del nuevo marco social y cultural. “Por ejemplo, las mujeres hemos aumentado nuestro nivel educacional, y lo que las estadísticas muestran, no solamente en Chile sino que a nivel internacional, es que a mayor educación, las mujeres tienden a retrasar la maternidad y a no tener hijos. Y además, mientras más tarde uno decide tener hijos, la posibilidad de decidir no tenerlos también aumenta. Es decir, cuando tienes 20 años hay muy pocas mujeres que pensarían no tener hijos, pero si te lo planteas a los 40, un porcentaje mucho mayor de mujeres está pensando no tenerlos nunca”, explica la investigadora.

Vinculado a ese punto está la participación laboral de las mujeres. “A mayor nivel educacional también aumenta la tasa de participación laboral femenina, y al existir este escenario que compite con la atención a los hijos, en realidad la cuestión de los hijos pasa a ser un tema que hay que estrategizar, y muchas mujeres deciden otras prioridades”, expresa.

Otro factor que estaría influyendo en las mujeres que deciden no tener hijos se relaciona al tiempo, teniendo en cuenta que la sociedad chilena sigue ligando la crianza a ellas. “Las mujeres también están considerando la excesiva carga que significa el cuidado de los hijos y el trabajo doméstico, que uno ya asume va a ser puesto principalmente en los hombros de las mamás”, dice Mora.

La maternidad y sus contradicciones

Existe una dualidad respecto a este tema: por un lado, advierte la experta, ha existido un histórico estigma en torno a las mujeres que no tienen hijos, lo que rescata, ha ido disminuyendo gradualmente. “Las mujeres también enfrentaron en el pasado un rechazo y un estigma social por no tener hijos, fuera esta una decisión o por otros motivos como razones médicas, pero no tener hijos ha sido también considerado como una cosa no deseada”, manifiesta.

Pero al mismo tiempo, la maternidad se ve crucificada, por ejemplo, en el mercado laboral. “Ahí las mujeres somos estigmatizadas por tener hijos. Tenemos muchas dificultades para acceder a un trabajo cuando estamos en edad reproductiva. Es la contradicción mayor que existe en la sociedad chilena, porque por una parte se quiere incentivar a que las mujeres participemos en el mercado del trabajo, pero al participar enfrentamos todo tipo de prejuicios y discriminaciones por el hecho de estar en edad reproductiva, y peor aún, por quedar embarazada y ser madre”, sentencia Mora.

Un nuevo escenario social y cultural

La investigadora de la U. Mayor valora que esta conversación se instale en un marco cultural donde esa reflexión se hace posible. “Creo que ahí tiene un rol bien importante lo que ha ocurrido en Chile en los últimos tres o cuatro años, en términos de un movimiento que genera conciencia en torno a la marginación social de las mujeres, a la falta de oportunidades, a la falta de equidad, etcétera”, opina la experta.

“Entonces eso también creo es un factor importante en este proceso de mayor reflexividad, donde uno toma decisiones no tanto por el deber ser, sino que ponderando cuáles son las alternativas y qué es lo que te hace a ti como mujer más feliz”, concluye.