Charla// Investigadora U. Mayor revela secretos inéditos de la Iglesia de San Francisco en Santiago
n una nueva conferencia de la Ruta del Pensamiento, la Dr. Catherine Burdick, académica del Centro de Investigación en Artes y Humanidades, abordó la serie de trasformaciones que ha vivido este icónico templo en búsqueda de lo que se consideró el “buen gusto”.
“Su techo interior se veía osco, con un altar mayor primitivo, con figuras desgarbadas, torcidas y desnudas”, reza uno de los pocos textos de finales del siglo XIX que daba cuenta de cómo era percibida la icónica Iglesia de San Francisco, en el centro de Santiago.
¿El autor? Anónimo. Sin embargo, la Dra. Catherine Burdick, académica del Centro de Investigación en Artes y Humanidades, tiene sus sospechas sobre quién podría haber redactado el documento.
“Probablemente haya sido el sacristán Marcos Bula, quien cercano a su muerte, pudo haber escrito esto para dejar constancia de la serie de modificaciones que se le realizaron a la Iglesia de San Francisco desde 1880, ordenadas por él mismo”, señala la investigadora, quien estuvo a cargo de la charla “Buen gusto en la Iglesia de San Francisco: La renovación interior del siglo XIX”, realizada en el Centro Cultural Gabriela Mistral.
Este encuentro, enmarcado en el ciclo la “Ruta del Pensamiento”, abordó la serie de trasformaciones que ha vivido este icónico templo en búsqueda de lo que se consideró el “buen gusto” en tres épocas.
La iglesia, que es el edificio más antiguo de Santiago y uno de los más añosos de todo el país, fue abierta en 1613 bajo el influjo del barroco, periodo histórico y cultural caracterizado por una edificación de templos con poca iluminación, abundancia de columnas y una decoración recargada.
Aspectos que comenzaron a no ser atractivos bajo los ojos del siglo XIX y la influencia del estilo neoclásico, una corriente que se extendió entre mediados del siglo XVIII y el siguiente. Este movimiento, que pone su atención en el mundo grecorromano, llegó hasta nuestro continente provocando importantes cambios arquitectónicos, entre los que se cuentan a la Iglesia de San Francisco.
Crédito: Archivo Histórico Franciscano ´Fr. Rigoberto Iturriaga C.´, Santiago
Así, y bajo rigurosas instrucciones, “en el techo de la iglesia se instaló una claraboya de madera que llenó de luz la nave central, además de agregar ventanas, puesto que antes no tenía más de 5 y eran pequeñas. En lo neoclásico la luz es una representación del conocimiento. Esto hizo que por primera vez las paredes fuesen muy visibles, provocando también una nueva decoración que tuvo entre sus elementos rosetones similares a los encontrados en las ruinas de Pompeya y el reemplazo de la madera por mármol”, explicó Burdick.
Remanente represivo
Durante comienzos del siglo XX, el templo fue objeto de otros cambios que incluyeron la demolición de sus claustros interiores, desde donde surgieron las actuales calles Londres y Paris. Sin embargo, no fue hasta los convulsionados años 60s que otra fase intentó reconvertir a la Iglesia de San Francisco.
“En dicha época, intelectuales, como el historiador Gabriel Guarda, consideraron al neoclásico como un remanente represivo y que suprimió al barroco con características criollas, propias del país. Se retiraron ornamentos y se trató de devolver a la iglesia a su estado original, sacando el pigmento de los muros y el yeso”, señaló la investigadora.
Finalmente, Burdick explicó que el “buen gusto” es una tendencia efímera y que “antes de los años 50 y 60, no existía el concepto actual que tenemos de patrimonio, donde existe un deseo por entender la forma original de la cultura inserta en la sociedad”.
Cabe destacar que el próximo coloquio de la Ruta del Pensamiento se realizará este 18 de junio y estará a cargo de Ignacio Ramos, asistente de Investigación del Centro de Investigación en Artes y Humanidades, quien presentará la charla "Renovación del folclor musical en América Latina: estilos y connotaciones políticas (1950 a 1980)".
El evento se realizará en el Centro Cultural Gabriela Mistral, a las 11:45 horas, y tiene entrada liberada.