Opinión//Seguridad Social (3)

Columna de opinión publicada por La Tercera el 15 de octubre de 2018

 

Hay quienes dicen que Chile tiene un “sistema de pensiones mixto”, pero esto no es verdad. Como dijimos hace dos semanas, los sistemas de pensiones tienen tres componentes: no contributivo, contributivo y voluntario. El pilar no contributivo se refiere a la pensión que se obtiene independiente de lo que las personas hayan hecho durante su vida activa y financiado con ingresos fiscales. Por otra parte, el sistema contributivo es aquel cuyos beneficios sí dependen de la vida activa y uno de sus aspectos diferenciadores es si es “fully funded” (ahorro-capitalización) o es “pay-as-you-go” (reparto-seguro social). Cuando en un sistema se mezclan estos dos aspectos, entonces el sistema es mixto.

Un sistema mixto es el que existe en Uruguay. Se contribuye 22,5%, del cual 15% es del trabajador y 7,5% es del empleador. El aporte del empleador va completo al seguro social (reparto). Aquellas personas cuya renta es menor a $1.000.000 deben aportar la mitad de sus contribuciones al seguro social y pueden escoger si la otra mitad entregarla a capitalización o al seguro social. La gran mayoría entrega todo al seguro social. Aquellos cuyos salarios están entre $1.000.000 y $1.500.000 deben cotizar el 15% de $1.000.000 al seguro social y pueden escoger si el 15% de los ingresos entre $1.000.000 y $1.500.000 van a capitalización o al seguro social. Finalmente, las personas con ingresos mayores a $1.500.000 deben cotizar el 15% de $1.000.000 al seguro social y el 15% de sus ingresos entre 1.000.000 y el tope a capitalización. El tope es $3.000.000. Los beneficios provenientes del seguro social son definidos por tasa de reemplazo. Esta varía entre 50% y 82,5%, dependiendo de los años contribuidos y la edad de jubilación. Las tasas de reemplazo proyectadas por el sistema de capitalización (AFAPs) varían entre 20% y 30%. Se suma a esto una pensión mínima no contributiva para los más pobres.

La Propuesta B elaborada por cerca de la mitad de la Comisión de Pensiones 2015 se inspira en el modelo uruguayo, aunque aún lejos de este. Se proponía que personas cuyos salarios fueran inferiores a $350.000 realizaran toda su contribución a un seguro social y aquellos cuyos salarios son mayores cotizaran el 10% de $350.000 al seguro social y el 10% de los ingresos entre $350.000 y el tope a capitalización. Al ser pequeño el monto contribuido a seguridad social este se complementaba con recursos del Estado y del empleador. Los beneficios se asignarían como en Cuentas Nocionales (no beneficios definidos) duplicando las pensiones de aquellos con pensiones menores al salario mínimo.

Las pensiones que se obtienen de un sistema mixto como el uruguayo tienen un fuerte componente de seguridad social y eso permite mayores contribuciones y significativamente mejores pensiones. Eso es lo que al menos Chile necesita hoy.

Claudia Sanhueza, PhD en Economía de la U. de Cambridge

Directora del Centro de Economía y Políticas Sociales (CEAS) de la U. Mayor