Salud// Especialista en inmunización visitó la U. Mayor: “El movimiento antivacunas es reflejo de que nos hemos olvidado de algunas enfermedades”

La Dra. María Carolina Danovaro, que ha trabajado en programas de la Organización Mundial de la Salud y el International Vaccine Institute, encabezó un coloquio organizado por la Facultad de Estudios Interdisciplinarios, realizado este 30 de octubre. Ahí se refirió a los principales desafíos de las enfermedades inmunoprevenibles.

 

Alarmante y devastador. Estas han sido parte de las palabras con las que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha referido al nuevo brote de sarampión que golpea a todo el mundo y que, en lo que llevamos de este año, ha alcanzado más de 360.000 contagios reportados.

Es en este contexto que la Facultad de Estudios Interdisciplinarios de la U. Mayor, el Núcleo de Ciencias Biológicas y la Escuela de Salud Pública llevaron a cabo el coloquio “De la investigación interdisciplinaria a la acción: El ejemplo de la prevención global de enfermedades inmunoprevenibles”, el cual tuvo como lugar al campus Alonso de Córdova, pero que también pudo ser seguido, a través de videoconferencia, en la sede de Temuco de la U. Mayor.

En la oportunidad se presentó la Dra. María Carolina Danovaro, epidemióloga e investigadora quien ha trabajado en diferentes programas de la OMS y el International Vaccine Institute, y que en la oportunidad hizo una exposición sobre cómo, desde 1974, han sido llevados a cabo los esfuerzos mundiales por la inmunización.

Así, la investigadora dice que ahí donde han habido avances gigantescos también hay terribles deudas, pues la mayoría de los objetivos planteados en el Plan de Acción Mundial sobre Vacunas no se lograrán, ya que existen 19 millones de niños incompletamente vacunados, 25 países de ingresos bajos o medios sin introducciones de nuevas vacunas entre 2010 y 2016; además de no existir ninguna región que haya podido sostener la eliminación del sarampión. Esto incluyendo a Latinoamérica, en donde hasta la fecha los países más golpeados han sido Brasil y Venezuela.

 

  • Dra. Danovaro, ¿por qué, si existe una vacuna, el sarampión se ha convertido en motivo de alarma a nivel mundial?

“La situación del sarampión preocupa al reflejar problemas en los déficits de vacunación para una enfermedad que es realmente peligrosa, especialmente en niños con problemas de malnutrición. Y es a causa del bajo acceso a la vacuna. Hay que considerar que casi la mitad de la población no vacunada, o incompletamente vacunada, vive en África. Tal vez el éxito de muchas de estas vacunas, y el hecho de que las enfermedades se vean menos, refleja que los países hayan bajado la guardia. Lo último es otro factor en lugares en que sí hay acceso a las vacunas”.

 

 

  • ¿Y cómo debiese estar siendo enfrentado este problema sanitario?

“Hay que considerar que vivimos en un mundo con desafíos cambiantes como lo son las modificaciones demográficas, los conflictos y otros factores que llevan a grandes movimientos de personas, lo cual facilita contagios y dificultad para asegurar vacunas a todos. Por tanto, la vigilancia epidemiológica sigue siendo una de las herramientas más importantes para detectar enfermedades y responder rápidamente a ellas. Pero hay que tener en consideraciones factores que involucran a cada país: en Estados Unidos, las muertes por sarampión no superan los tres casos por cada mil contagios, mientras que en el mundo en desarrollo la tasa de letalidad es de entre un 2 y 15”. 

 

 

  • ¿De qué forma la salud pública está enfrentando enfermedades que cada vez son más resistentes? Se habla de súper bacterias…

“La inmunización es una de las herramientas que puede servir para enfrentar este problema, ya que es multifocal. Las vacunas tienen su rol en prevenir algunas enfermedades que de otra forma requerirían el uso de antibióticos, como la meningitis y la neumonía”.

 

  • Por último, ¿qué papel juega el movimiento antivacunas en la prevalencia de enfermedades que son inmunoprevenibles?

“El movimiento antivacunas es reflejo de que nos hemos ido olvidando de algunas enfermedades gracias al éxito mismo de las vacunas. En general, la gente no ha visto polio, sarampión, difteria ni tétanos, y hasta suenan como enfermedades del pasado. Pero cuando uno se enfrenta a ellas como médico, o como persona, se da cuenta del por qué se han inventado las vacunas y de por qué vale la pena prevenir estos nuevos brotes. Todavía en algunos países es por falta de acceso, pero en algunos escenarios sí tiene importancia la reticencia a vacunarse o tal vez el olvido de por qué es todavía importante hacerlo”.