2023: ¿Cuáles son las proyecciones para el sector construcción?

Según indica el director de Ingeniería en Construcción de la sede Temuco, Carlos Berner, se espera un leve repunte, sobre todo en el ámbito inmobiliario, especialmente, a contar del segundo semestre. Esto gracias a una inflación más controlada y eventual disminución de la tasa de interés. También, ha habido una estabilización en el alza del precio de materiales.


El 2022 fue un año difícil para el sector construcción, al presentarse factores como escasez de la mano de obra, inflación, alza en el precio de los materiales y altas tasas de interés para los créditos hipotecarios.

“Fue una combinación muy negativa para la industria de la construcción, en todos los sectores”, explica Carlos Berner, director de la carrera de Ingeniería en Construcción de la Universidad Mayor sede Temuco.

“Las empresas constructoras de obras públicas debieron asumir los mayores costos en contratosmayoritariamente definidos a suma alzada, sin reajustes. Esto incidió en un importante número de empresas que debieron tomar acciones de reorganización o definitivamente cayeron en insolvencia”, agrega.

Las inmobiliarias, por su parte, vieron disminuidas sus ventas producto de las condiciones más restrictivas de la banca en torno a los créditos hipotecarios, con el encarecimiento de los mismos producto del alza de las tasas de interés y el aumento excesivo de la UF, producto del IPC que tuvo su nivel anual más alto desde el año 1991.

Proyecciones 2023

Para este año, indica el académico, si bien se proyecta una contracción a nivel país, se espera un leve repunte en el sector, sobre todo en el inmobiliario, especialmente a contar del segundo semestre. Lo anterior, está asociado a una inflación más contralada y una eventual disminución de la tasa de interés por el Banco Central hacia finales del año, que hacen prever condiciones más favorables y atractivas para los créditos inmobiliarios por parte de la banca. Asimismo, se ha visto una estabilización en el alza del precio de los materiales.

En La Araucanía

En esta región las condiciones son muy similares a lo que ocurre en el país, con una fuerte inversión inmobiliaria, sobre todo en la conurbación Temuco-Padre Las Casas. “Evidentemente el año pasado fue muy similar a la situación nacional, con disminución en la cantidad de proyectos inmobiliarios iniciados, pero con un repunte en ventas hacia el final del año. Por consiguiente, para este año se puede esperar una reactivación del sector inmobiliario, sobre todo hacia el segundo semestre, por las condiciones crediticias ya explicadas”, precisa el director Berner.

Sin embargo, “en La Araucanía tenemos una condición especial que dice relación con la violencia asociada al conflicto rural. Esto afecta de sobremanera la construcción de obras públicas, por el consecuente peligro para los trabajadores y el patrimonio de las empresas. Esta situación, sumado a los aumentos de costos que han debido enfrentar las empresas, hace que exista una gran cantidad de contratos detenidos, que se espera puedan ser retomados el presente año”, añade.

Sin embargo, destaca el experto, la Cámara Chilena de la Construcción en conjunto con SENCE están impulsando un programa de capacitación de mano de obra en distintos oficios, lo que debiera permitir paliar su escasez y mejorar los niveles de productividad, que han venido a la baja desde la pandemia.

–El Gobierno anunció un programa de garantías especiales estatales de $50 mil millones para créditos en el sector construcción, en esa línea, ¿es suficiente? ¿Qué otras medidas deberían adoptarse?

–La garantía estatal al pie de los créditos hipotecarios es una buena señal, que puede ayudar en la reactivación del sector inmobiliario, al permitir el acceso a la adquisición de vivienda a un mayor número de personas. Otra buena señal fue el reajuste polinómico anunciado para los contratos de obras públicas con estados de pago desde septiembre de 2021, para permitir a las empresas constructoras paliar, sobre todo, el alza en los precios de materiales. Me parece que medidas importantes, aparte de otras económicas que podrían sumarse a las dos anteriores, tienen que ver con asegurar la certeza jurídica de los proyectos privados y la seguridad en los proyectos públicos de nuestra región. En el primer caso, hemos visto cómo inmobiliarias han visto paralizados por meses sus proyectos, sobre todo en la Región Metropolitana, a pesar de que cumplen con los requisitos legales y normativos, con los consiguientes costos que las empresas deben asumir. Con respecto al segundo punto, como ya se indicó, la violencia rural impide la correcta ejecución de muchos proyectos públicos en la región, que van en directo beneficio de la comunidad.