
Los ecosistemas costeros, neríticos y oceánicos, junto con proporcionar alimentos, se transforman en espacios para la práctica del deporte y la recreación. Además, explica el Dr. Cayetano Espinosa, académico de Medicina Veterinaria de la sede Temuco, producen fitoplancton, “el cual aporta gran parte del oxígeno que respiramos los humanos del planeta”.