Entre las enfermedades más frecuentes se encuentran el resfrió común, la gripe (influenza), la amigdalitis, el asma, la bronquiolitis y las neumonías. “En su mayoría de origen viral complicada con infecciones bacterianas”, dice el Dr. José Luis Calleja, director de la carrera de Medicina de la sede Temuco.

En Chile, normalmente, aumentan las infecciones respiratorias durante las estaciones frías. Es por esto que las autoridades de salud insisten en la prevención de contagios, cuya susceptibilidad crece producto del hacinamiento, el sobreuso de calefacción y la poca ventilación de espacios cerrados.

Así lo explica el Dr. José Luis Calleja, director de la carrera de Medicina de la Universidad Mayor sede Temuco. “Aunque el frío no es causante directo de estas infecciones, si afecta las mucosas de las vías respiratorias, mecanismo de defensa natural que tiene el organismo”, agrega.

Esto, sumado a la proliferación de algunos microorganismos producto de la humedad y a factores como el aumento de la contaminación atmosférica debido al material particulado y compuestos químicos gaseosos de los sistemas de calefacción que usan leña y parafina.

Sin embargo, uno de los aspectos más críticos, desde el año pasado, es la constante amenaza del SARS-CoV-2, que a pesar del Plan de Vacunación Masiva, que espera a llegar a una cobertura del 80% de la población durante el primer semestre, “seguirá circulando por mucho tiempo”, advierte el especialista.

“A esto debemos sumar la Influenza, que aumenta durante esta época, para lo cual, paralelamente, se está vacunando a la población de riesgo”, añade la autoridad universitaria, asegurando que “es importante mantener un cumplimento estricto de las medidas sanitarias recomendadas”.  

Infecciones más comunes

Las infecciones respiratorias más frecuentes son el resfrío común, la gripe (influenza), la amigdalitis, el asma, la bronquiolitis y las neumonías, “en su mayoría de origen viral complicada con infecciones bacterianas”, precisa el Dr. Calleja.

Los síntomas, en tanto, pueden ser “de cuadros respiratorios altos como secreción y/o obstrucción nasal, dolor de garganta y oídos hasta de cuadros respiratorios bajos como dificultad para respirar, tos, fiebre y afección severa del estado general”, complementa.

Personas mayores de 65 años, niños y niñas menores de dos, y personas con comorbilidades asociadas, como asma, cardiopatías y enfermedades autoinmunes, son parte de los grupos de riesgos.

La clave estaría en seguir recomendaciones como: