Vicerrector regional relevó los beneficios de una correcta gestión de los humedales urbanos

Desde hace cinco años que el Dr. Gonzalo Verdugo estudia las implicancias que tienen estos ecosistemas en el desarrollo de las ciudades intermedias, específicamente en Temuco, donde, en el marco del Ciclo de Encuentros 2024 de CorpAraucanía, llamó a incorporarlos en la elaboración de políticas públicas.


Recientemente, el vicerrector regional de la Universidad Mayor, Dr. Gonzalo Verdugo, integró el panel “Territorio, economía y ciencia, miradas desde la Región” del Ciclo de Encuentros 2024 de CorpAraucanía, donde se abordó el impacto de la academia y la ciencia en el mundo productivo, en el diseño de las ciudades, en la prevención e impacto de las emergencias naturales, en el mejoramiento de la calidad de vida y en otras áreas estratégicas.

“Metodología integral de valorización de los servicios ambientales de humedales urbanos para el desarrollo sostenible en la ciudad de Temuco” fue el nombre de la investigación que presentó el vicerrector Verdugo, quien explicó que en la capital de La Araucanía se reconocen, al menos, ocho humedales dentro del radio urbano, los cuales son presionados por la actividad antrópica.

Un terreno natural absorbe un 95 por ciento del agua y solo escurre el 5% superficialmente, en nuestras ciudades eso se invierte y Temuco no es ajena a esto”, advirtió el académico, agregando que “los servicios ambientales que entregan estos ecosistemas son beneficios directos e indirectos al hábitat en donde se emplazan, natural o artificial”.  

A partir de ese escenario, el Dr. Verdugo, desde una mirada general de profesionales expertos en el tema en Temuco, identificó 14 componentes ambientales en los humedales urbanos de esta ciudad.

Se trata de un componente ecológico compuesto por: biodiversidad y ecosistema; fauna silvestre; vegetación hidrófila; acumulación y provisión de agua; depuración de gua y contaminantes; nutrición del suelo y especies de flora y fauna; y contenedor de carbono. Otro componente sociocultural vinculado a: recreación y descanso; paisaje natural y observación de aves; espiritualidad y pueblos originarios; y educación ambiental. Y un componente económico integrado por: turismo ecológico y ambiental; alimentación de subsistencia familiar local; y materias primas de subsistencia familiar local.

En esa línea, el vicerrector verdugo dijo que “el desarrollo sostenible de las ciudades solo podemos abordarlo desde la ecología urbana para las ciudades, que tiene que ver no solo con la mirada interdisciplinaria, sino que además con la participación de la gobernanza y de los ciudadanos como actores clave para esto se desarrolle en el tiempo y tenga el sustento adecuado”.

Para ello, añadió, es clave entender que “el problema del valor es una construcción social, por ende, la Comisión Ramsar, a partir de muchas investigaciones, define el valor económico total para cuantificar los servicios ecosistémicos y ambientales de los humedales y de más de 10 biomas en el mundo, donde está el valor de uso directo, el valor de uso indirecto, el valor de opción, el valor del legado y el valor de existencia, a través de una metodología”.

A dicha metodología se suman los 14 componentes ambientales identificados por el académico que permiten definir una valoración económica para cada uno de los servicios. “Los resultados deben ser difundidos con el propósito de llegar a la mesa de los planificadores y poder sumar a un inmobiliario, a un productor industrial y también a los tomadores de decisiones, para hablar de los valores de un mismo lugar, porque hoy estos retazos naturales se ven como áreas de extensión, pero eso será una ganancia económica finita, dejando de lado la ganancia económica infinita del valor de beneficios directos e indirectos que se obtienen de los humedales”, sostuvo.

Finalmente, el vicerrector Verdugo, explicó que “en el ejercicio de este cálculo, y entendiendo que el promedio de valor que establece Ramsar es bajo, el valor es de $2.258 millones por hectárea al año de valoración conceptual social de estos servicios y aplicado a las 450 hectáreas del humedal de Las Vegas de Chivilcán hago el ejercicio y el resultado es de 1 billón de pesos al año por estos servicios a la ciudad. Esta es una discusión que ya la tienen quienes se han equivocado y que se han desarrollado antes y es hora de que también incluyamos a estos ecosistemas en la planificación del desarrollo de nuestra ciudad”.  

El evento se realizó en el Auditorio de la Cámara Chilena de la Construcción de Temuco y junto al vicerrector regional participaron Patricio Ramírez, coordinador del Observatorio Económico y Social de la Universidad de La Frontera; Carlos Esse, director del Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible de la Universidad Autónoma de Chile; Rodrigo Navia, vicerrector de Investigación y Postgrado de la Universidad de La Frontera; y en el rol de moderadora, la periodista del Diario El Austral, Andrea Arias.