¿Cómo elegir una carrera universitaria? Experto entrega claves para tomar la mejor decisión
Para Alexis Soto, director de Psicología de la Universidad Mayor sede Temuco, conciliar proceso de autoconocimiento, habilidades y competencias, y variables económicas y territoriales, es un factor clave a la hora de elegir en dónde y qué estudiar. “La clave está en avanzar paso a paso”, precisa.
“Lo principal es que los estudiantes bajen sus niveles de ansiedad. La clave está en avanzar paso a paso”, recomienda el director de Psicología de la Universidad Mayor sede Temuco, Alexis Soto, a quienes, a un mes de rendir la Prueba de Transición (PDT) para la Admisión Universitaria 2022, todavía no deciden qué carrera estudiar.
“Lo importante”, dice el experto, “es que se concentren en hacer una buena prueba, para luego resolver las dudas vocacionales”. Asimismo, “deben considerar que la PDT sirve para dos ocasiones, por lo tanto, existe la posibilidad de usar el puntaje en una siguiente postulación, siempre con el apoyo de la familia”, agrega.
La clave está en que el estudiante no decida su futuro inmediato bajo presión. Así lo advierte el académico, quien llama a los jóvenes a “tomar las cosas con calma y cautela” y a no “apresurarse o responder a expectativas familiares o del grupo de amigos que ya tiene clara sus opciones”.
En esta línea, el apoyo de liceos y colegios es fundamental, ya que deben proveer todas las alternativas de estudio existentes sin generar presión. “La idea es que puedan disponer, en medios virtuales o en actividades presenciales, de un listado de universidades y carreras que oriente a los estudiantes”, precisa el director Soto.
“Es fundamental que las instituciones colaboren en este proceso de entregar información, para que el estudiante pueda profundizar, individualmente, sobre las alternativas que le llaman la atención”, complementa.
Conciliar criterios
Sobre cómo elegir una carrera, el académico señala que hay varios elementos importantes. Lo primero es realizar un proceso de autoconocimiento, que tiene que ver con “las cosas que le llaman la atención y para lo que es bueno el estudiante. Después, debe pensar si le gusta aquello para lo que es bueno”.
Por ejemplo, “puede ser que un estudiante sea muy bueno para las matemáticas, pero que no le gusten. Por lo que, va haciendo una especie de filtro de aquellas áreas que pueden tener mayor sintonía en lo que llamo habilidades y competencias”, detalla.
Luego se deben revisar las posibilidades reales que se tienen para acceder a la carrera elegida. “Puede ser que me guste la Arqueología, pero esa carrera la dicta una Universidad que está muy lejos de mi casa. Entonces es necesario incorporar la variable de acceso o posibilidad de acercarme a esos lugares donde se dicta aquello que me gusta”, explica el director Soto.
En este punto, para el académico, hay dos factores que se entrelazan y que son lo económico y lo territorial. “Lo importante es que el estudiante y la familia entiendan que estas son decisiones colectivas, porque un elemento fundamental es lo que le gusta y la habilidad que tiene el estudiante, pero también está la posibilidad real que tiene la familia de apoyar este proceso”.
Porque, “si bien hoy existen elementos de gratuidad al que accede un porcentaje importante de la población, esa gratuidad está dada en el arancel universitario y no en la mantención del estudiante. Entonces, puede ser que alguien encuentre una carrera en Arica, o en el lugar que sea, pero el mantenimiento es un proyecto de familia y en ocasiones no se da. Lo central es hacer conciliar todos estos criterios, que la decisión sea conversada y bien pensada, y si no se dan los escenarios es conveniente esperar un tiempo”, sostiene el académico.