Especialista aborda el llamado de la OMS a no utilizar endulzantes
Cecilia Riffo, directora de Nutrición y Dietética de la Universidad Mayor sede Temuco, dice que el organismo internacional desaconseja su consumo porque éstos no tienen beneficios a largo plazo. “La recomendación es no consumir azúcar ni tampoco edulcorantes”, aclara la académica.
Una nueva directriz publicada recientemente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja el uso de edulcorantes no azucarados para bajar de peso, ya que estos productos no ofrecen beneficios significativos a largo plazo para reducir la grasa corporal en adultos o niños.
En esa línea, el informe recoge que los endulzantes que sustituyen al azúcar tampoco ayudarían a reducir las enfermedades no transmisibles (ENT), advirtiendo además que su uso prolongado aumentaría los riesgos de padecer diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y muerte prematura en adultos.
La lista de endulzantes que menciona la OMS incluye: Acesulfamo K, Aspartamo, Advantamo, Ciclamatos, Neotamo, Sacarina, Sucralosa y Stevia y sus derivados. Pero, ¿qué implica este llamado en un país con un alto consumo de sustitutos no calóricos del azúcar?
Según explica Cecilia Riffo, directora de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Mayor sede Temuco, “el riesgo de consumir este tipo de edulcorantes es semejante al riesgo asociado al consumo de azúcares”.
“Esto no es algo novedoso, de hecho, un estudio realizado hace unos años por encargo de la propia OMS (en el cual se basa, precisamente, la recomendación) señalaba esto mismo: no existe ni una mejora ni un empeoramiento esperado. Puesto que estos sustitutivos del azúcar no evitan los problemas asociados con éste, la OMS desaconseja su consumo”, detalla la académica.
Con esta nueva recomendación, agrega, “las personas erróneamente pueden entender que los edulcorantes son malos y van a volver al consumo de azúcar, cuando realmente la recomendación es no consumir azúcar ni tampoco edulcorantes. El llamado es a no consumir alimentos dulces, porque el impacto en la glicemia e insulina, va a ser siempre mayor con azúcar o con miel, que con edulcorantes”.
Impacto en la salud
Los problemas más estrechamente vinculados a estos productos —advierte la directora Riffo— son un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas y la diabetes tipo 2. Sin embargo, continúa, “el azúcar también se ha asociado a un mayor riesgo de padecer determinados cánceres, depresión y problemas del hígado, así como al acné y al envejecimiento celular”.
“Reducir los azúcares de nuestra dieta es una práctica recomendada por el consenso científico. De nuevo aquí es importante recalcar que el problema no es el consumo de azúcares en sí mismo, sino los niveles a los que lo hacemos”, sostiene.
La sustitución de azúcares libres por edulcorantes, asegura la especialista, no ayuda a controlar el peso a largo plazo. Por lo mismo, “las personas deben considerar otras formas de reducir la ingesta de azúcares libres, como consumir alimentos con azúcares naturales, como la fruta o alimentos y bebidas no edulcoradas”.
–¿Cuál es el llamado final tras la recomendación de la OMS?
–La OMS nos recomienda que, de las calorías totales diarias, no más del 10% provenga de azúcares; por lo tanto, finalmente lo mejor es no adicionar más azúcar de la debida a los alimentos y evitar el consumo de alimentos ultra procesados. La recomendación se aplica a todas las personas, excepto a las que padecen diabetes preexistente, e incluye todos los edulcorantes no nutritivos sintéticos y naturales o modificados que no están clasificados como azúcares y que se encuentran en alimentos y bebidas, o que se venden como tal, para que los consumidores los añadan a alimentos y bebidas.