Actividad física en personas mayores, conoce sus beneficios y cómo incentivarla

Aunque es relevante durante todo el ciclo vital, su práctica es indispensable durante este periodo, tanto por la pérdida de masa como de fuerza muscular. Por lo mismo, los expertos recomiendan seguir una pauta de ejercicios adaptada a las necesidades individuales, con el fin de evitar riesgos de lesiones y aumentar su impacto físico y mental.


“La actividad física en personas mayores es muy necesaria y debería ser parte de su rutina”, dice la académica de Kinesiología de la Universidad Mayor sede Temuco, Carolina Neira, remarcando que, aunque es relevante durante todo el ciclo vital, se hace más necesaria durante este periodo.

Lo anterior, advierte, “porque es común apreciar que se presentan condiciones que menoscaban su funcionalidad, afectando las actividades de la vida diaria y con ello la aparición de la dependencia de terceros, circunstancia que a cualquier persona afecta tanto en lo físico como en lo mental”.

Ahí radica la importancia de que este grupo se mantenga activo, ya que lo aleja de estas circunstancias y, en caso de enfrentarse a ellas, tiene más recursos para sobreponerse.

Una forma de incentivar su práctica es invitando a las personas mayores a que practiquen actividades que sean de su agrado. “Existe una gama amplia de formas de actividad física, partiendo por hacer actividades grupales o individuales, como también dentro y fuera de la casa”, aclara Neira, agregando que “es importante comprender que en este grupo no se intenta formar a deportistas a nivel competitivo, por lo que cada persona puede practicar la actividad física según sus condiciones de base, incluso si ya presenta algún grado de pérdida de funcionalidad. El ejercicio se adapta y se prescribe según las necesidades individuales, lo importante es tener la motivación personal para hacerlo”.

Consideraciones

Según explica la académica, es importante contar con autorización previa del médico tratante y siempre partir de menos a más, para lograr una buena adaptación al ejercicio sin tener riesgo de sufrir una lesión.

“Siempre deben seguir una pauta de ejercicio que haya sido revisada por un profesional idóneo, evitando seguir ejercicios de videos donde no exista retroalimentación, ya que se pueden hacer daño”, precisa.

Asimismo, “es importante mencionar que la pérdida de masa muscular y fuerza muscular comienza de manera progresiva a partir de los 40 años y se acrecienta pasando los 60 años, por lo que teniendo en cuenta que los cambios asociados al proceso de envejecimiento están presentes en cada ser humano, se hace aún más necesario generar el hábito de realizar actividad física lo más anticipadamente posible, para evitar que las pérdidas sean mayores”, concluye Neira.