Experta abordó contaminación acuática en charla “Con-Ciencia Diversa”
Paulina Bahamonde, doctora en Biología y profesora Asistente del Centro de Resiliencia, Adaptación y Mitigación, CReAM, fue protagonista de este espacio para la divulgación científica de mujeres y disidencias del proyecto InES Género de la Universidad Mayor.
“Un telar tóxico, hilando historias de contaminación acuática” fue el nombre de la charla del ciclo “Con-Ciencia Diversa”, un espacio para la divulgación científica de mujeres y disidencias del proyecto InES Género de la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad Mayor.
Realizada este martes 28 de noviembre en la sede Temuco, la charla fue dirigida por la doctora en Biología de la Universidad de Brunswick, Canadá, y profesora asistente del Centro de Resiliencia, Adaptación y Mitigación (CReAM) de esta casa de estudios, Paulina Bahamonde, quien presentó el preocupante fenómeno de la contaminación por disruptores endocrinos.
En la instancia moderada por la Dra. Jorgelina Sannazzaro del CReAM, la Dra. Bahamonde analizó la naturaleza de estos contaminantes en ecosistemas acuáticos, su presencia en el entorno y sus impactos utilizando las poblaciones de peces como indicadores de la salud de los ecosistemas.
Sobre el impacto de la contaminación acuática no solo en peces, sino que también en humanos, al Dra. Bahamonde explicó que “además del concepto de Una Salud vinculado a la Medicina Veterinaria y al uso y abuso de antibióticos, este enfoque que promueve la ONU y la WHO, también trae el concepto de Boomerang, que en el fondo nos dice que lo que lanzamos al medio ambiente está teniendo efectos en el ecosistema, pero que sí o sí se va a devolver o afectar a nosotros”.
Esto se traduce, según indicó la experta, en que muchos de los efectos que han encontrado, por ejemplo, ‘intersexo’ en peces, se puede traducir en problemas de reproducción en seres humanos, donde la infertilidad es cada vez mayor. También, han visto problemas en el comportamiento de peces lo que se puede relacionar con Alzheimer en seres humanos.
Esto porque “los disruptores endocrinos tienen efectos sobre el eje del sistema neuroendocrino, por lo tanto, los efectos que observamos en la biota también van a tener su símil o su igual en problemas de salud que tenemos las personas”, detalló.
Sobre el ciclo indicó que “momentos de divulgación dentro de la comunidad, y fuera de ésta, son siempre importantes para poder valorizar el trabajo que estamos haciendo científicas y científicos y poner el enfoque en disidencias y mujeres ayuda a visualizar que las ciencias también son femeninas, también son de otros grupos diferentes de la fuente de conocimiento que hemos tenido hasta ahora, que es el hombre blanco heterosexual”.