Trastornos de los Sonidos del Habla, ¿cuándo consultar con un especialista?

Trastornos de los Sonidos del Habla, ¿cuándo consultar con un especialista?

Según explica el académico de Fonoaudiología de la sede Temuco, Manuel Sandoval, existen indicadores a los cuales prestar atención. Si niños y niñas no pueden articular sonidos que se esperan a su edad o si no logran diferenciar los sonidos que escuchan, son algunos de ellos.


Aunque no hay claridad en la prevalencia de los Trastornos de los Sonidos del Habla (TSH) en la población infantil, es necesario prestar atención a ciertos indicadores que para el académico de la carrera de Fonoaudiología de la Universidad Mayor sede Temuco, Manuel Sandoval, son fundamentales.

Entre ellos la aparición de ciertos hitos en el desarrollo del lenguaje y el habla de los niños, como si son capaces de articular los sonidos que se esperan a su edad, si es que logran diferenciar los sonidos que escuchan, o si los sonidos que ya son capaces de producir los utilizan cuando corresponde, entre otros.

Es por esto que, “cuando un padre, una madre o un cuidador tenga sospechas de alguna alteración en el lenguaje o en el habla debe acercarse a un profesional para solicitar una evaluación”, recomienda el especialista. Pero, ¿qué es y cuál es la sintomatología del TSH?

Según explica el fonoaudiólogo, “los Trastornos de los Sonidos del Habla corresponden a una dificultad específica en la capacidad de hacer uso y análisis los sonidos que componen el código por el cual nos comunicamos, en el caso de nosotros, el español de Chile, y que compromete la inteligibilidad del habla en diferentes grados”.

Sobre las causas, agrega que “las variables son numerosas, entre ellas: alteraciones morfológicas, neuromotoras, auditivas, cognitivas, ambientales, entre otras. En la literatura, incluso, se hace mención a posibles marcadores genéticos que se relacionan con el procesamiento lingüístico y/o control motor del habla”.

¿Afecta la relación con los pares?

La respuesta, indica Sandoval, es bastante variable, ya que “puedes encontrar a niños que presentan TSH y que viven una vida sin problemas en la relación con sus pares, lo que no quiere decir que no requieran un tratamiento pertinente, hasta pequeños y pequeñas que ven afectada su relación con otros niños”.

Esto, porque “suele generarse un círculo vicioso en el que los demás niños molestan al pequeño que presenta TSH, este siente vergüenza tras dichas bromas, pudiendo llegar a no querer participar en actividades grupales, para evitar el ‘mal rato’, pero es variable, depende del caso a caso”, sostiene.

En cuanto a lo que ocurre con los niños que tienen TSH en contexto de pandemia, el académico dice que la situación es similar a la de un escenario sin crisis sanitaria. “Son pequeños o pequeñas que requieren apoyo fonoaudiológico, y en el caso de presentar alguna otra dificultad, el apoyo, por ejemplo, educativo, de otros profesionales”, señala.

El apoyo fonoaudiológico, añade, “y en esto debemos estar agradecidos de la tecnología, puede entregarse a los niños con TSH por medio de telerehabilitación, es decir, trabajo terapéutico a distancia, donde se torna fundamental el apoyo y la participación de los padres”.

Tratamiento específico

El tratamiento está a cargo del profesional fonoaudiólogo y es específico en función de las particularidades de cada niño o niña. “No es posible dar una ´receta´ de tratamiento, porque esto va a depender de las características de cada uno de los pequeños que tienen TSH, puede pasar desde cuestiones netamente motoras, si es que el niño no es capaz de articular un sonido en particular, a cuestiones más cognitivas-lingüísticas, si es que el niño presenta dificultades en el manejo de los sonidos en su vertiente más mental”.

En la mayoría de los casos, y considerando que no hay alguna otra dificultad de base, detalla el experto, los resultados de los tratamientos ofrecidos son favorables.

“Con la estimulación adecuada, el niño o niña con TSH debería superar las dificultades con las que llega a la clínica. En ese punto se torna fundamental que el profesional considere todas las aristas de este trastorno, ya que hay habilidades ´más complejas´ sobre las que puede llegar a influir, como el proceso de aprendizaje de la lecto-escritura”, finaliza.