Fonoaudiólogo aborda la importancia de estimular el lenguaje en niños desde el hogar
Este elemento está relacionado con el proceso cognitivo en sí, por lo que un buen desarrollo del mismo implica un mejor desempeño en diversos ámbitos y también una buena socialización. “La principal fuente de estimulación debe ser a través de los intercambios naturales de comunicación”, dice el académico de la sede Temuco, Diego Sanhueza.
“Aunque habla, lenguaje y comunicación tienden a identificarse en el colectivo como términos sinónimos, tienen bastantes diferencias”, adelanta el académico de Fonoaudiología de la Universidad Mayor sede Temuco, Diego Sanhueza, antes de entregar algunas recomendaciones para estimular a niños en estas áreas en el hogar.
Comunicación es un elemento macro, dice el fonoaudiólogo, que está definido como “un proceso de intercambio de información, a través de recursos verbales y no verbales, donde los niños van a buscar a un otro, van a transmitir algo, participando como emisores o receptores”.
El lenguaje, en tanto, agrega el experto, “es una herramienta dentro de este proceso de comunicación y al ser una herramienta, así como lo son los gestos, debemos entenderlo como un sistema de signos que es arbitrario y que es convencional, y cuando decimos que es un sistema es porque en sí mismo está conformado por diferentes elementos, además tiene reglas que lo rigen, que son las reglas lingüísticas que le dan una estructura más formal y que nos permite, como seres humanos, transmitir nuestros sentimientos, emociones y pensamientos dentro de un marco mucho más amplio que es la comunicación”.
Mientras que el habla “viene siendo un acto neuromuscular que nos permite producir los sonidos que son propios de nuestra lengua, y ahí, se triangula con los conceptos de comunicación y lenguaje”, detalla Sanhueza.
Dichas habilidades se desarrollan desde etapas tempranas con conductas como el contacto ocular, la sonrisa social, el balbuceo y lo que comúnmente se conoce como la primera palabra.
Posterior a ello, explica el docente U. Mayor, “el niño debería adentrarse en un desarrollo comunicativo y lingüístico mucho más eficiente de lo que quiere transmitir, progresando, por ejemplo, en la producción de frases de dos palabras, para luego incorporar más elementos y así su vocabulario se amplía significativamente, tanto en la parte expresiva como comprensiva”.
Además, añade, “el niño es capaz de incorporar a un tercer agente dentro de su proceso comunicativo, también es capaz de desarrollar los diferentes tipos de juego y de producir diferentes tipos de sonido, que son propios de nuestra lengua, esto progresivamente hasta los cinco o seis años”.
En casa
Según indica el especialista, en el hogar la principal fuente de estimulación debe ser a través de los intercambios naturales de comunicación, por ejemplo, “cuando el niño está contando o narrando una historia o bien está nombrando algo que quiere, el adulto tiene que otorgarle o facilitarle una serie de elementos o estrategias que le permitan potenciar lo que comunica”.
Entonces, “si el niño nos nombra solamente la palabra ‘manzana’, la idea es que nosotros contribuyamos a ese concepto entregando más información, pero de una manera natural, con características de lo que nombra, como el color, la forma o el sabor, y así va ir creciendo su lenguaje, la idea es ir aprovechando todos estos contextos naturales que se dan dentro de la casa, de tal manera que no sea algo forzado”, puntualiza.
También se puede estimular, a través del juego. “Tal vez optimizar el uso de las pantallas con recursos que sean favorecedores del proceso lingüístico, más que solamente ver monitos, porque hoy existen varios recursos didácticos a través de las pantallas que potencian el aprendizaje del lenguaje o del sistema comunicativo en sí”, sostiene el académico.
Finalmente, es importante destacar que la estimulación que hace el adulto debe comenzar desde los primeros meses, cuando empieza la producción de sonidos. “Desde ahí la idea es que el adulto comience a enriquecer dicha producción entregándole información verbal, estableciendo un habla que sea en paralelo con el niño, y así sucesivamente a medida que vaya creciendo, porque es el elemento más potente que tenemos para que el niño conozca el lenguaje”, concluye el fonoaudiólogo.
–¿Por qué es necesario estimular el lenguaje?
–El lenguaje en sí está relacionado con todos los procesos o con el proceso cognitivo mismo, entonces es un elemento más dentro del desarrollo del ser humano y, por lo tanto, el buen desarrollo del lenguaje también se relaciona con un mejor desempeño de la cognición, así como también una buena socialización de niños que son capaces de conversar de mejor manera, compartir experiencias y favorecer el aprendizaje. Estimularlo de manera temprana favorece el desarrollo integral del niño. Además, por naturaleza somos seres sociales, entonces el niño va a querer comunicarse, y el punto está en que el adulto sepa, optimice y aproveche esos espacios de comunicación que por naturaleza el niño va a desarrollar.