Trastorno del Espectro Autista: ¿cómo reconocer signos tempranos en niños, niñas y adolescentes?
Dentro de las dificultades más características se encuentran problemas motores asociados a dispraxias, falta de balbuceo y escasas vocalizaciones, y ausencia o desarrollo tardío de juego simbólico. Vivir con esta condición de salud puede afectar no solo la realización de actividades cotidianas y su nivel de independencia y autonomía, también su participación social.
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición de salud que acompaña a la persona a lo largo de toda su vida, teniendo diferentes manifestaciones de acuerdo a la etapa del ciclo vital en que se encuentre y el acceso oportuno un proceso diagnóstico e intervención.
Así lo explica la directora de Terapia Ocupacional de la Universidad Mayor sede Temuco, Soledad Henríquez, agregando que “niños y niñas que tienen esta condición presentan alteraciones en la interacción recíproca, la forma en que se comunican, tanto verbal como no verbal, y la presencia de algunos patrones o conductas restrictivas acompañadas en ocasiones de estereotipias, movimientos involuntarios que no tienen un propósito”.
Si bien en Chile no existe un catastro que indique la prevalencia exacta sobre cuántos niños, niñas y adolescentes (NNA) presentan autismo, a nivel mundial la OMS estima que es entre un 0,5% y un 1% de la población. “En nuestro país se han realizado estudios focalizados en diversos grupos, indicando que uno de cada 51 niños presenta TEA, pero aun así no son datos significativos”, precisa la académica.
La manera en que esta condición repercute en las ocupaciones de niños, niñas y adolescentes es significativa, ya que afecta no tan solo la realización de sus actividades cotidianas y el nivel de independencia y autonomía que deben desplegar en ellas, también su participación social, es decir, “la forma en que se vinculan en el contexto familiar y escolar, sus ocupaciones vinculadas al juego y el ocio y tiempo libre, y la interacción, principalmente, con las personas que frecuentan sus entornos cercanos, por lo tanto es relevante un proceso de evaluación e intervención temprana”, advierte la directora Henríquez.
Algunas claves
Pero, ¿cuáles son sus signos tempranos? Dentro de las dificultades más características en niños y niñas, señala la experta, se evidencian problemas motores asociados, principalmente, a dispraxias, afectando la realización de movimientos coordinados finos y gruesos junto con algunas alteraciones en el tono postural.
A nivel de lenguaje, continúa, existe falta de balbuceo y escasas vocalizaciones, ausencia de sonrisa social y baja intención comunicativa en la etapa prelingüística, mientras que en la etapa preescolar entre un 35% y 40% de niños y niñas no desarrolla un lenguaje funcional y puede haber un retraso y/o ausencia en la adquisición de este.
Finalmente, “a nivel de juego observamos a niños y niñas que presentan ausencia o desarrollo tardío de juego simbólico, generando, por ejemplo, mayor interés por explorar las partes del objeto que el juego en sí mismo, predominando un juego más solitario y repetitivo”, aclara.
–Si no hubo diagnóstico en la infancia, ¿se puede diagnosticar en la adolescencia o en edades adultas?
–Hoy en día la Guía Clínica del MINSAL entrega los lineamientos para poder guiar y orientar el proceso de diagnóstico a profesionales de manera temprana y oportuna. Por lo general, el Trastorno del Espectro Autista, debido a las dificultades e implicancias que genera en el desempeño ocupacional de niños y niñas, se puede diagnosticar en base a las alertas que identifican en el sistema familiar y en el sistema escolar, en caso de no ser identificado esto en el hogar. Esto permite poder evaluar de manera integral a niños, niñas y adolescentes para generar estrategias adaptativas que apoyen su inclusión social en los espacios en que se desarrollan. Efectivamente, con personas altamente funcionales puede ocurrir que su diagnóstico sea más tardío, lo que genera que una vez que se encuentra la causa del porqué de sus comportamientos exista mayor tranquilidad y entendimiento en aquellas situaciones en donde han presentado dificultades a lo largo de toda su vida.
–¿De qué manera la Terapia Ocupacional puede ayudar en sus requerimientos según los periodos específicos de la vida de un NNA?
–Desde la Terapia Ocupacional el foco principal es apoyar el desempeño ocupacional en las distintas áreas en que participan los niños, niñas y adolescentes, de manera que estas ocupaciones sean significativas y efectivas en los espacios en que las realiza. A su vez se genera apoyo en el desarrollo psicomotor por medio de estimulación psicomotriz y se potencian actividades de juego y apoyo desde la integración sensorial para generar respuestas adaptativas en el ambiente. Generamos apoyo en poder alcanzar independencia en sus actividades de la vida diaria, promover el área afectiva y relacional y favorecer procesos de inclusión social, ya sea en el contexto familiar, escolar y relacional. Apoyamos a su vez la expresión comunicativa desde lo verbal y corporal por medio del juego o actividades significativas, y acompañamos terapéuticamente en la etapa de transición a la vida adulta, ya sea desde apresto y orientación laboral, así como el acceso a programas de vida independiente, siendo estas las actividades más conocidas y relevantes en nuestro rol disciplinar.
–¿Cuál es el aporte del Centro de Atención de Terapia Ocupacional en esta materia?
–Nuestro Centro de Atención de Terapia Ocupacional presenta un elevado número de niños y niñas pertenecientes a la primera infancia con esta condición, prestando un servicio gratuito a la comunidad para entregar apoyo y estrategias a nivel familiar y escolar. Contamos también con la preparación de dos docentes capacitadas y certificadas en baterías específicas que apoyan el proceso diagnóstico, ellas son Mariana Jiménez y Carolina Aguayo, entregando estas oportunidades a personas de escasos recursos que no pueden acceder al sistema privado para poder ser evaluados. Hemos generado convenios con algunos jardines infantiles pertenecientes a la JUNJI, creando alianzas de trabajo y apoyo a los niños y niñas junto al trabajo permanente de nuestros estudiantes en práctica con este servicio y compromiso hacia la comunidad.