INCLUSIÓN//Los mitos que estigmatizan a las personas LGBTIQ+
Miriam León, docente de Psicología de la Universidad Mayor sede Temuco, y la agrupación estudiantil feminista, Psicofem, entregan algunas definiciones que permiten avanzar en la inclusión de las personas LGBTIQ+, derribando ideas negativas sobre la diversidad y disidencias sexuales.
A principio de este mes, el Observatorio de Participación Ciudadana del Gobierno pidió disculpas por “iniciar un debate” en sus cuentas de Instagram y Twitter con la siguiente pregunta: “¿La homosexualidad es una condición o se trata de una orientación sexual?”.
“Lamentamos el error en la redacción de La Pregunta de la Semana, que entendemos que no fue adecuada”, señalaron horas más tarde desde el organismo, sumándose a las disculpas el ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio.
Pero, ¿por qué no se debe hablar de “condición” y menos iniciar un debate sobre esto?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) utiliza el término orientación sexual, ya que no se recomienda hablar de preferencia, opción o condición, porque son palabras que inducen a pensar que la orientación sexual es reversible, modificable, voluntaria o deliberada.
Hablar de condición es aludir a una patología, una enfermedad o algo que se debe corregir. Pero, muy por el contario, la orientación sexual, la identidad de género y el sexo biológico son parte de la identidad sexual de las personas.
Miriam León, docente de Psicología de la Universidad Mayor sede Temuco, y la agrupación estudiantil feminista, Psicofem, entregan algunas definiciones que permiten avanzar en la inclusión de las personas LGBTIQ+, desmitificando además algunos dichos que discriminan a la diversidad y disidencias sexuales.
Conceptos clave
Según precisan, la identidad de género hace referencia a la vivencia subjetiva e interna de cada persona sobre su género, “es el cómo se siente. Este puede o no corresponder con lo que se le asigna al sexo en el nacimiento, un señalamiento social, cabe destacar. En cuanto a la expresión de género, es como una persona manifiesta su identidad de género (mediante el nombre, vestimenta, expresión del rol de género, conducta, entre otras)”.
En esta misma línea, agregan, “la palabra ‘trans’, significa ‘al otro lado’. Es un término para referirse a las personas que tienen una identidad de género no acorde a la norma y expectativa social, mientras, que el término ‘cis’ sería el antónimo de ‘trans’, para referirse a cuyas personas la identidad de género concuerda, según las normas sociales, a su sexo”.
“Una persona trans puede transitar desde lo masculinx a lo femeninx, por ejemplo, y tener una orientación sexual heterosexual. La identidad de género se diferencia de la orientación sexual, en que esta última alude a la atracción física, afectiva, emocional y sexual hacia otra persona; es importante mencionar, que hay personas que no sienten atracción sexual, por lo que se podrían identificar como asexuales”, precisan.
El sexo, finalmente, es un conjunto de características biológicas y anatómicas de una persona, que se utiliza para clasificarla en hombre o mujer. Sin embargo, “esta agrupación dicotómica es incorrecta, ya que también existen personas con características genitales, cromosómica u hormonales, las cuales no se puede clasificar fácilmente, lo que corresponde al término intersexual”, advierten.
Mitos que estigmatizan
La docente de Psicología, junto a la agrupación estudiantil feminista, Psicofem, de la Universidad Mayor sede Temuco, desmitifican cinco creencias que van en desmedro de las personas LGBTIQ+ y sus derechos, dando cuenta que estas ideas negativas son producto de estereotipos y falta de información.
Eligen ser LGBTIQ+
“Las siglas de la comunidad hacen referencia a la diversidad en relación a orientaciones sexuales e identidades de género, los cuales conforman pilares esenciales en lo que es la sexualidad de un individuo, comprendiendo esta última como las diferentes formas de vivirla y sentirla; la sexualidad es una construcción, una forma de identificar y conocer a otro, como así mismx. Con respecto a la orientación sexual, los estudios indican que tiene una base biológica, se causa por factores específicos, tales como la genética y la biología del desarrollo cerebral”.
Ser LGBTIQ+ es una enfermedad
“Hoy en día existe un consenso médico y científico en relación a que la homosexualidad y bisexualidad, no son una enfermedad, son una de las tantas variaciones de la sexualidad humana, así como la heterosexualidad. Respecto a la transexualidad, en 2018 la OMS la excluye como enfermedad mental. Shekhar Saxena, de dicha organización, señaló: ‘No hay evidencias de que una persona con un desorden de identidad de género deba tener automáticamente al mismo tiempo un desorden mental, aunque suceda muy a menudo que vaya acompañado de ansiedad o depresión’, producto de la incomprensión y discriminación social”.
Se pueden curar (terapias de conversión)
“Terapeutas que realizan estas terapias dicen lograr un cambio de orientación sexual en pacientes homosexuales a heterosexuales; pero, exámenes a los informes evidencian factores que ponen en duda sus afirmaciones, ya que, la mayoría de estas, vienen de organizaciones que condenan la homosexualidad y no hay seguimiento al resultado ni informes al respecto. La Asociación Americana de Psicología mostró preocupación respecto a estas terapias y al daño a sus pacientes. En 1997, el Consejo de Representantes de la Asociación, publica un fallo que revalida el desacuerdo de la psicología a la homofobia en el tratamiento y expuso el derecho del cliente a un tratamiento imparcial y a la autodeterminación”.
Solo existe un tipo de familia (papá, mamá e hijos)
“La Constitución Política de la República de Chile no define ‘familia’, pero establece en su artículo 1º inciso segundo que: ‘La familia es el núcleo fundamental de la sociedad y es deber del Estado dar protección y propender a su fortalecimiento. En la sociedad existen diversos tipos de familias, no se debe encasillar una estructura específica. Familias hetero y homoparentales están capacitadas para criar y educar a sus hijxs. La orientación sexual de sus cuidadores no es un indicador para evaluar el desempeño de padres y madres”.
Se disfrazan de hombres o mujeres (personas trans)
“Un disfraz sería el uso de vestimentas y/u ornamentos con diferentes propósitos, como religiosos, artísticos, entretenimiento, enmarcados en un espacio/tiempo determinado, por lo que no sería equiparable a la construcción de identidad de una persona trans. Si bien, un ‘disfraz’ puede ser parte de una identidad religiosa/cultural/étnica, no sería igual al sentido profundo que conlleva el género”.