¿Después del eclipse qué viene para el turismo en la costa de La Araucanía?

¿Después del eclipse qué viene para el turismo en la costa de La Araucanía?

Columna de opinión publicada por El Austral de La Araucanía el 25 de diciembre de 2020.


El eclipse solar del 14 de diciembre, pese a las restricciones que impuso la pandemia, marcó un hito en la actividad turística de la zona costera de La Araucanía, y también abrió un nuevo horizonte turístico para el Lafkenmapu, la tierra junto mar en la cultura mapuche.  

Más que el evento mismo —que sin duda fue impresionante y singular— lo que realmente aportó a esta nueva perspectiva fue la gran difusión que tuvo en los medios de comunicación el territorio costero y, particularmente, las comunidades originarias que allí habitan, cuya cosmovisión fue el gran ingrediente que se buscó para darle un contenido y significado distinto a este inusual evento astronómico.

Y aquí está precisamente el desafío, y a la vez oportunidad, para que la costa de La Araucanía aproveche las potencialidades que tiene y pueda generar una oferta turística distinta por la singularidad de su geografía y el rico patrimonio natural y cultural que tiene.  

Esa amalgama especial que se da entre su geología tectónica, rica en grandes eventos telúricos, y la memoria ancestral de sus habitantes que por siglos han guardado mitos y leyendas que explican cómo esta geografía ha dado un sello de identidad a la cultura mapuche-lafkenche. Y por ello hablamos de la gran oportunidad que tiene este territorio para generar una oferta centrada en el geoturismo, entendido este como aquellas experiencias turísticas que resaltan y ponen en valor la singularidad geográfica de una zona y la incorporan a las actividades que ofrecen a sus visitantes.

Y en eso el Lafkenmapu tiene componentes geofísicos extraordinarios que mostrar, a través de un potente relato, como el gran terremoto de 1960, el mayor registrado en el mundo, y el gigantesco tsunami que este provocó; o el enorme retroceso que sufre hoy su litoral por acción del océano. También la oferta de humedales ricos y originales como el Lago Budi o el Humedal de Monkul, declarado de importancia internacional por la Convención Ramsar. Todo ello con un gran componente adicional, la experiencia memorable de una inmersión en las costumbres y tradiciones ancestrales de un pueblo y una cultura de vida milenaria junto al mar.

Manuel Gedda
Director de Turismo Sustentable
Universidad Mayor sede Temuco