Capacitan a personal técnico del Centro de Simulación Clínica de la sede Temuco
Ocho colaboradores de la Universidad Mayor fueron certificados como operadores clínicos por Laerdal, institución internacional en procesos simulados, con herramientas que les permitirán seguir preparando escenarios para simulación de alta fidelidad, lo que se traduce en la mejora en el aprendizaje y desempeño de los estudiantes.
“Capacitación del personal técnico de simulación como operadores de simulación” fue el nombre de la actividad realizada por Hospitalia, y certificada por Laerdal, a ocho colaboradores del Centro de Simulación Clínica de la Universidad Mayor sede Temuco, durante el miércoles 26 y jueves 27 de julio.
Así lo explicó la coordinadora de este espacio, Paola Radedek, precisando que “esta actividad se enmarca en el contexto de nuestra acreditación internacional y busca entregar herramientas vigentes vinculadas a la simulación clínica a nuestros colaboradores, con el fin de seguir realizando una simulación de calidad”.
En ese ámbito, se capacitó a todo el personal técnico de simulación, quienes —según detalló la profesional— realizan y preparan los escenarios para todas las actividades que solicitan los docentes del área de la Salud. “Gracias a esta capacitación, el aprendizaje de los estudiantes se verá beneficiado”, agregó.
“En este camino de la formación de calidad que buscamos entregar a los estudiantes, ellos podrán acceder a escenarios complejos en los que podrán realizar simulación de alta fidelidad en Zona 3, aportando experiencias realísticas, lo cual resguarda la seguridad de los pacientes cuando los estudiantes se enfrenten a campos clínicos reales”, dijo Radedek.
Luis González, gerente de Producto de Hospitalia, quien además es especialista en Educación Clínica, fue parte del equipo que capacitó a los nuevos operadores de simulación, para que “estos puedan ganar en autonomía, mejorar la forma en que pueden sacarle provecho a los simuladores y mejorar estrategias de implementación de los escenarios que reproducen la realidad”.
En cuanto al curso, mencionó que “este comenzó con el método de marco teórico, que tiene que ver con entender el fundamento de la simulación, donde volvimos a la raíz que es la seguridad del paciente y el compromiso que cada uno de nosotros tiene, ya sea personal, institucional y educativo, con lograr habilidades específicas y genéricas que permitan salvar vidas, donde ellos son parte de ese proceso”.
“Esperamos ver mejoría en el realismo en el uso de las salas y que los operadores proporcionen mayor soporte al cuerpo académico, el cual podrá dedicar más tiempo a mejorar el desempeño de sus estudiantes”, destacó González.
Formación
Iván Miranda, técnico de simulación, valoró mucho esta oportunidad ya que “no solo nos permitirá desarrollar de mejor manera nuestras funciones, sino que además nos refuerza como una parte fundamental del proceso para que los estudiantes adquieran las herramientas necesarias para atender pacientes reales”.
En esa línea, añadió que “nuestro trabajo no se limita solamente a crear escenarios, sino que también a aportar con nuestro conocimiento, en una colaboración directa con el docente a cargo de cada asignatura”.
Asimismo, Constanza Gutiérrez, técnica de simulación, sostuvo que “esta capacitación reafirma que nosotros también aportamos a la formación de los estudiantes y pone en relieve la importancia de nuestro cargo. Así que seguiremos apoyando los procesos de aprendizaje de los futuros profesionales de la Salud”.