Manuel Gedda, director de la carrera de Turismo Sustentable de la sede Temuco, dice que precisar protocolos, apostar por actividades a menor escala y coordinar trabajo intersectorial serían claves para no agudizar el malestar en uno de los rubros más afectados por la crisis sanitaria.

“La situación en La Araucanía sigue siendo muy crítica. Hay mucha incertidumbre, porque ha sido avance y retroceso”, señala el director de la carrera de Turismo Sustentable de la Universidad Mayor sede Temuco, Manuel Gedda, sobre uno de los sectores más golpeados por la pandemia por Covid-19.

Si bien muchos esperaban una mejora con el cambio de estación, el aumento de casos tiene a La Araucanía con comunas retrocediendo a etapa de Transición y cuarentena, dificultando el repunte del turismo, especialmente, para la pequeña y mediana empresa en comunas costeras y cordilleranas.

“No está claro cuál es el nivel de desarrollo que se pueda dar a la actividad turística dado el contexto”, agrega el académico.

Sobre las medidas implementadas hasta ahora, precisa que “se ha hecho un intento de preparación hacia las condiciones de la pandemia, es decir, desarrollo de protocolos, nuevos contextos y cómo la gente podría enfrentar diversas situaciones. Eso se ha estado haciendo y se seguirá haciendo”.

Lo anterior plantea que el desarrollo del turismo, en los meses que vienen, será de carácter regional, ya que los contextos nacionales e internacionales no son favorables. Por lo tanto, se debe reforzar el trabajo y la oferta local, aunque —advierte Gedda— hay una serie de limitantes que complican el escenario.

Se trata, entre otras, de la apertura de las áreas protegidas, elemento fundamental para el desarrollo del sector turístico en la Región.

Claves para la reactivación

“Es difícil realizar un pronóstico o definir cuáles serían las condiciones para la reactivación en este escenario de incertidumbre, pero pienso que se debería generar una actividad turística a partir de las condiciones actuales, con todas las restricciones y protocolos, y a partir de ellas establecer cuáles son las actividades más pertinentes”, sugiere el experto.

En ese sentido, la clave estaría en potenciar actividades turísticas a menor escala, es decir, con menos personas y en espacios abiertos, donde la Región tiene un fuerte potencial.

Otro factor decisivo sería el trabajo intersectorial, donde La Araucanía está al debe. “Se debería generar para el periodo que viene un plan de desarrollo turístico en condiciones de pandemia, para definir qué tipo de actividades son las más favorables y para eso es necesario el trabajo entre los distintos sectores”, sostiene.

De esta manera, será fundamental que las regiones puedan ofrecer un panorama más claro y que entregue mayor resguardo a los turistas. “El marcar diferencia en ese ámbito puede ser un sello diferenciador de La Araucanía versus otras regiones, por ejemplo”, dice Gedda.

“Sabemos que el sector no tendrá la misma actividad turística que la que existía antes de la pandemia, pero la claridad en los protocolos serviría para que pueda seguir existiendo una con menor intensidad, que no signifique una debacle para quienes viven de esto. Debe haber más claridad y organización”, concluye.