Tras el inicio de la Fase 4 de desconfinamiento, la docente de Psicología de la Universidad Mayor sede Temuco, Margaret Massardo, señala que en la idea de ir recuperando la “normalidad” muchas personas podían sentir temor, incluso malestar físico, por lo que recomienda “ser más flexibles y tolerantes a lo que nos está tocando vivir”.  

“El desconfinamiento, al igual que el confinamiento, puede generar distintas reacciones en las personas, como miedo a salir y a contagiarse. Está claro que el virus sigue existiendo y, en consecuencia, las personas pueden experimentar estrés e incertidumbre, porque salir implica abandonar, de alguna manera, nuestro espacio seguro”, dice Margaret Massardo, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Mayor sede Temuco.

Las medidas decretadas por las autoridades de salud, entre ellas cuarentenas voluntarias y obligatorias, han puesto a prueba la capacidad de adaptación de miles de personas en la Región, el país y el mundo, quienes han tenido que trasladar sus trabajos y estudios, entre otras actividades, hasta el interior de sus casas, donde han permanecido —con más o menos regularidad— desde marzo recién pasado.

“En el desconfinamiento, nuevamente, tendremos que adaptarnos a la vida, al uso de mascarillas, al distanciamiento social, etcétera. El tratar de recuperar la ‘normalidad’ generará a muchos: ansiedad y temor, incluso malestares físicos. La rutina nos permite sentirnos seguros y, en consecuencia, este cambio de rutina nos hace sentirnos inseguros”, agrega la especialista.

Recursos personales

Sobre las claves para enfrentar el desconfinamiento y el eventual retorno a una “nueva normalidad, la psicóloga señala que “debiéramos ir asumiendo que esto empieza a disminuir, lo que puede calmar nuestro estrés, afrontar con mayor naturalidad el distanciamiento social, el uso de la mascarilla, etcétera. Ser más  flexibles y tolerantes a lo que nos está tocando vivir. Asumir que esta es una realidad mundial y confiar en nuestras potencialidades que nos permiten enfrentar los desafíos que se nos plantean en la vida”.

Asimismo, añade la también coordinadora de Acompañamiento y Desarrollo Estudiantil de Psicología de la sede Temuco, “tener pensamiento positivo y experimentar emociones positivas, son un excelente ingrediente para fortalecer nuestros recursos personales”.

También, ayuda mantener la comunicación, a través de distintos medios, con amistades y con la familia, “con quienes podemos compartir nuestro sentir y darnos cuenta que  muchos experimentan lo mismo, ayuda a bajar la ansiedad y la angustia. Asimismo, la experiencia de otros nos sirve para comprender que sí se puede salir adelante”, concluye Massardo.