Académica U. Mayor se quedó con Triatlón 70.3 Colbún Fest del Maule

La directora regional de Vinculación con el Medio, Dra. Ximena Martínez, se llevó la victoria en damas con 5:47:39. “Este es un hito muy significativo para mí como mujer, mamá y deportista, no solo porque es la tercera vez que obtengo el primer puesto en esta distancia, sino porque esta edición fue mucho más competitiva”, destacó.


El domingo 9 de marzo se realizó el Triatlón 70.3 del Colbún Fest, competencia que tuvo como ganadora en damas a Ximena Martínez, directora regional de Vinculación con el Medio de la Universidad Mayor, quien se llevó la victoria con 5:47:39, completando el podio Amanda Fernández (5:48:50) y Andrea Poblete (5:54:30).

La competencia se desarrolló en el Balneario Machicura de la Región del Maule, en donde la Dra. Martínez no solo volvió a desafiar sus límites, sino que además cerró una etapa especial. “En la versión anterior me encontraba en un proceso de acogimiento familiar con un bebé de un año, a quien cuidé por 18 meses”, recuerda la académica.

Asimismo, cuenta que esa experiencia transformó por completo su rutina, llevándola a ajustar sus entrenamientos y su tiempo, permitiéndole —además— crecer enormemente como ser humano. “Aprendí a equilibrar mis responsabilidades, a gestionar mi energía con inteligencia y a valorar cada momento dentro y fuera del deporte”, precisa.

Preparación integral

Esta es la tercera vez que la académica obtiene el podio en este distancia y competencia, señalando como factor clave el acceso a apoyo especializado, como la cámara hiperbárica, terapia kinésica, quiropraxia y una guía nutricional integral, que ha sido fundamental para alcanzar sus objetivos.

La nutrición ha jugado un papel determinante en mi rendimiento, ayudándome a optimizar la recuperación y asegurando que cada entrenamiento tenga el impacto necesario para seguir mejorando”, asegura la Dra. Martínez, quien además realizó un cambio de equipo y de entrenador lo que marcó un antes y un después en su desempeño.

“Hoy entreno en un entorno donde prima la unión, el apoyo y la coherencia, lo que ha fortalecido no solo mi preparación física, sino también mi bienestar emocional. También cuento con un equipo de natación muy sororo y colaborativo, que ha cambiado por completo mi forma de vivir esta disciplina”, detalla.

Próximos pasos

En lo pronto, la Dra. Martínez busca participar en la categoría de Grupos de Edades del Campeonato Sudamericano de Santiago en abril y en el Ironman 70,3 de San Andrés. “A pesar de que mi desempeño es muy ‘promedio’, pienso que el hecho de preferir carreras con pocas personas en las calles o que no sean de grandes organizaciones internacionales, me define de manera diferente. Estoy segura y convencida de que agrega un toque de espíritu aguerrido, el estar más vulnerable mentalmente. Y quién sabe, quizás se repite una clasificación a un mundial, ya que he clasificado al mundial ITU de Holanda y al Topman de Colombia, pero por razones familiares no he podido asistir”, dice.

En esa línea, agrega que “para mí, el deporte no es solo una competencia o un entrenamiento; es una forma de vivir, una manera de enfrentar cada día con disciplina, pasión y determinación. Y aunque estoy muy cerca de los 50 años, siento que cada día sigo mejorando mi desempeño, encontrando nuevos límites que superar y nuevas formas de desafiarme a mí misma. Este triunfo es una prueba de que el crecimiento no tiene edad y que con constancia y amor por lo que hacemos, siempre se puede seguir evolucionando”.

-¿Cuál fue el mayor desafío de esta competencia?

-El mayor reto de la competencia por lejos, fue haber amanecido con un dolor cervical severo, que me hizo dudar si podría largar y si lo lograba, de poder terminar. Efectivamente, no podía levantar la cabeza. Lo que me llevó a un trabajo mental muy grande y decidir seguir a un nadador que iba calmo para que me fuera guiando, ya que no podía sacar la cabeza del agua para ver la boya y orientarme. Posteriormente, en el ciclismo, no pude aprovechar al 100% la aerodinámica, porque no podía mirar bien al frente, pero son detalles. Finalmente, terminé con un tiempo de natación aceptable en los 1900 metros, un ciclismo que me dejó contenta, pero no satisfecha, y un trote dentro de lo esperado. Agradezco profundamente a mis entrenadores Juan Pablo y Caro. A mi equipo AR3 y Proswim por llevarme a otro nivel, no solo en lo físico, sino que también en el disfrute de las disciplinas. Como también a Héctor, que cada año arma una carrera de lujo en la región Maulina.