Dimensión emocional, física y espiritual: Conoce las etapas del duelo y cómo transitarlo
Permitir el apoyo de personas significativas, bajar la autoexigencia, realizar rituales de acuerdo a las propias creencias y no apurarse, son algunas de las recomendaciones para avanzar a la aceptación de la pérdida.
“Los seres humanos establecemos durante la vida vínculos significativos que nos permiten desarrollarnos y construir una identidad personal”, dice la académica de la carrera de Psicología de la Universidad Mayor sede Temuco, Natalia Belmar, agregando que “cuando existe una pérdida o distanciamiento de algunos de estos vínculos, es probable que exista un periodo de reacciones emocionales diversas y con distinta intensidad al que se denomina duelo”.
Este, dependiendo de las características únicas de cada persona —explica la profesional—, se manifiesta en todas las dimensiones del ser humano, es decir: física, con somatizaciones múltiples o mayor vulnerabilidad para enfermar; emocional, con sentimientos de tristeza, rabia y desconexión; cognitiva, con pensamientos recurrentes sobre lo sucedido, dificultades para concentrarse y funcionar; conductual-social, aislándose o disminuyendo la actividad o, por el contrario, aumentándola significativamente; y también, espiritual.
Cinco fases
Según detalla la especialista, existen distintas propuestas sobre etapas del duelo, pero en general se plantea que existe un periodo de negación o incredulidad de lo sucedido, un periodo de rabia o enojo, donde generalmente se piensa en responsabilidades y culpa, un periodo de negociación en el que aparecen cuestionamientos sobre qué se podría haber hecho distinto o fantasías sobre si hubiese ocurrido de otra manera.
También, existe un periodo de depresión, donde hay tristeza profunda y sensación de vacío. Y, finalmente, un periodo de aceptación de la pérdida, donde ya se puede comenzar a reconstruir con el dolor emocional incorporado. “Es importante señalar que este es un proceso muy particular en cada persona, por lo que no todos pueden atravesar estas etapas o en un orden establecido”, aclara Belmar.
–¿Qué pasa si no se logra aceptar la situación de pérdida?
–Puede ser que la persona experimente un estancamiento en la vivencia de pérdida, rigidizando sus posibilidades de integrar otras visiones o posibilidades a su experiencia y en este contexto pueden aparecer manifestaciones de mayor complejidad clínica, donde la persona requiera ayuda profesional.
–¿Cuáles serían las recomendaciones para enfrentar el duelo?
–Permitir la cercanía y el apoyo de las personas significativas para las personas, bajar la autoexigencia, entendiendo que es un periodo especial, realizar rituales de acuerdo a las propias creencias y necesidades que puedan ayudar en el proceso, no apurarse en realizar acciones o tomar decisiones si no se siente preparado, recordar cómo ha enfrentado otras situaciones difíciles y usar esas estrategias. Mirarse a sí mismo con afecto y compasión por lo que está viviendo, permitirse sentir y pedir ayuda si lo considera necesario.