Recomendaciones para cuidar los oídos en temporada de playas y piscinas
Álvaro Godoy, director docente de la carrera de Fonoaudiología de la Universidad Mayor sede Temuco, dice que dentro de las patologías más habituales por la exposición al agua durante el verano se encuentra la otitis, una infección que comúnmente se produce por acumulación de humedad. “Dolor, picazón y sensación de dificultad para escuchar”, dice el académico, son algunos de los síntomas.
“Las patologías más frecuentes, producto de las actividades que involucran exposición al agua en playas y piscinas durante el verano, son las otitis”, señala el director docente de la carrera de Fonoaudiología de la Universidad Mayor sede Temuco, Álvaro Godoy, quien llama a prevenir y a identificar sus síntomas.
Las personas que se enfrentan a esta enfermedad —agrega— pueden experimentar dolor en los oídos, picazón y sensación de dificultad para escuchar. “Las otitis son infecciones que comúnmente se producen por la acumulación de humedad dentro de los oídos”, explica el académico.
Otra patología auditiva, frecuente en quienes practican deportes acuáticos, es el barotrauma, resultado de cambios de presión atmosférica por inmersión. “También, producto del contacto con el agua, hay posibilidad de generar un tapón de cerumen en quienes tiene gran acumulación de este”, añade Godoy.
Además, de los síntomas mencionados, la otitis, en casos agudos, puede venir acompañada de fiebre. Por lo mismo, siempre debe ser un médico quien indique el tratamiento que, según detalla el fonoaudiólogo, será a través de antibióticos o antimicóticos, si es que el agente fuera algún tipo de hongo.
En el caso de tapones de cerumen, “es importante hacer una buena entrevista al paciente, para poder realizar el lavado de oídos”, afirma el académico. Esta afección, a diferencia de la otitis, que se presenta entre los dos y los ocho años de edad, principalmente, afecta a personas adultas.
Algunos consejos
La principal recomendación es para quienes tienen algún daño en el oído, principalmente perforación timpánica, es decir, que tengan rotos los tímpanos. “Lo ideal es que puedan realizar sus actividades acuáticas con tapones para oídos que no permitan el ingreso de agua”, indica el profesional.
El resto de las personas, en tanto, debe tener cuidado con el secado de los oídos, que debiese hacerse con una toalla hasta donde llega el dedo. “No es necesaria la utilización de cotonitos ni de cualquier otro artefacto que se introduzca dentro del oído, porque pueden producir un daño mucho mayor”, asegura.