COLUMNA// La PSU y una buena decisión
Por Alexis Soto, director de la carrera de Psicología Universidad Mayor sede Temuco
Los días previos a la liberación de puntajes PSU se genera una suerte de ansiedad anticipatoria que suele disiparse con la publicación de resultados, dando paso a situaciones distintas para quienes obtuvieron el puntaje deseado, y quienes no lograron lo que buscaban. En cualquiera de los dos casos, la familia cumple un rol fundamental, generando espacios de confianza y tranquilidad para que los postulantes tomen una buena decisión respecto de su futuro.
Los días post resultado, no son un buen momento para condenar la conducta de los jóvenes ni comparar su resultado con el de amigos o familiares que tuvieron mejor desempeño, pero sí es un buen tiempo para analizar todos los factores intervinientes, y tomar decisiones para evaluar a qué carrera e institución se postula, y en algunos casos para reflexionar si se ingresa al sistema universitario en carreras que no son las deseadas o se brinda un nuevo tiempo de preparación.
Esta conversación en un ambiente acogedor es fundamental para los jóvenes pues permite tomar buenas decisiones y no exponerse a un impulso apresurado de postulación y matrícula, que en muchos casos lleva a la deserción o fracaso del primer año, debido a un ingreso que responde a la presión de la familia, o a la búsqueda de aceptación de amigos que sí ingresaron a la Universidad. Lo importante es que el joven postulante es protagonista de la decisión de ingreso a la universidad y la carrera, pero su familia es el asesor directo que debe gestionar espacios de diálogo y conversación en donde se analicen las alternativas y se resuelva con experiencia, cordura y sensatez cuál es la mejor opción para iniciar el camino en la etapa más importante de la vida.