Más de cien personas se encontraron para aprender herramientas para dialogar

Los participantes respondieron a la invitación de las universidades de La Araucanía —incluida la Universidad Mayor sede Temuco—, para participar en un nuevo ciclo de talleres de diálogo, organizado por el Centro Nansen, de Noruega. 


Los talleres del Centro Nansen son un encuentro entre personas que tal vez no se hubiesen encontrado de otra forma. No es una mesa de diálogo, sino un lugar de aprendizaje, que puede servir para escuchar y aprender con personas muy distintas. La diversidad es clave para el éxito de la pedagogía, explica una de las participantes.

“Lo que más me sorprendió del taller Nansen fue la diversidad de personas”, comenta Sandra Garai, profesora de Educación Diferencial, que participó en uno de estos talleres.  “A través de esta diversidad que nos enriquece, y de estas mismas ideas opuestas, se puede llegar a un ambiente que nos favorece a todos, mirar más allá y validar la opinión del otro y validar mis propias emociones, pensamientos e ideas”, explica Sandra, que también es una persona con autismo.

En un trabajo silencioso y con el apoyo de las universidades de la región, en dos años de trabajo, desde octubre del año 2021, el Centro Nansen ha realizado 59 talleres de diálogo en La Araucanía.  Han participado más de 900 personas, del mundo mapuche, de la academia, sociedad civil, organizaciones, autoridades, sector público, entre otros.

¿Por qué es tan importante la diversidad dentro de los talleres de diálogo?

“El diálogo es un espacio para que se encuentren las personas que viven realidades distintas, para conocerse y para escucharse. Aquí no se hacen acuerdos, y hay dos objetivos pedagógicos: practicar herramientas de diálogo y tener el ejercicio de dialogar. Esta experiencia es muy apreciada por las y los participantes, destaca Alfredo Zamudio, director de la misión en Chile del Centro Nansen.

“No pensé jamás en encontrar algunas personas de vidas tan diferentes en el taller y eso me causó una gran alegría, también ver el compromiso y participación de los jóvenes. Poder lograr una sinergia rica entre todos, con esta diversidad tan grande, es espectacular”, reflexiona Alejandra Vives, encargada de comunicaciones internas y de coordinación del Programa de Diálogos Interculturales del Bío Bío.

“Gracias a esta experiencia pudimos conocer muchas historias, que en el día a día tal vez no nos damos la oportunidad de conocer. Voy a profundizar en estas herramientas, ya que todos los días interactúo con mucha gente y es importante tomarnos el tiempo, analizar y escuchar”, comenta María Ignacia Blome Urrutia, matrona de la universidad Arturo Prat, sede Victoria.

¿A quién le recomendarías este taller?

Carlos Oettinger, Subgerente de Patrimonio de Forestal Arauco: “Le recomendaría el taller a profesionales y personas que, en general, les toque trabajar con distintas comunidades y que tengan que enfrentar conflictos, en los cuales la negociación y el diálogo sean un proceso importante”.

Sandra Nome, Académica UFRO y participante del colectivo de mujeres Newen Zomo: “Le recomendaría el taller a personas que tengan cierta capacidad de desaprender y volver a conectar con un aprendizaje nuevo, con humildad, para resolver conflictos; personas que tienen la capacidad de tomar estos conocimientos y poderlos multiplicar en son de una solución de conflicto a través del diálogo”.

Alejandra Vives: “Recomendaría este taller a todas aquellas personas que no tienen las herramientas para poder participar en un equipo de trabajo diverso. Reafirmo que el diálogo es la herramienta fundamental para poder desarrollarse en diversos ámbitos, personales, laborales, sociales, de todo tipo”.

Sandra Garai: “El taller vivido fue fundamental para mí, generó un cambio en mi paradigma emocional de cómo me comunico con otras personas. Por lo mismo, recomendaría este taller a personas que quieran ser agentes de cambio mediante el diálogo y la búsqueda de un mundo mejor”.

“Cuando ha habido tantos retrocesos y dificultades, no es fácil tener puntos de encuentro”, dice Alfredo Zamudio. “Humanizarse unos a otros es una parte vital para seguir conversando, incluso cuando hay profundas desconfianzas. Seguir conversando es clave para encontrar las soluciones que la región necesita”, finaliza Zamudio.

Con el apoyo del gobierno de Noruega, y en colaboración con las siete universidades de la región de Araucanía, el Centro Nansen seguirá realizando talleres en Chile hasta el año 2025.