Cuando la calefacción no es centralizada, explica el director de Ingeniería en Construcción de la sede Temuco, Carlos Berner, se deben considerar alternativas con base en las necesidades de la vivienda, es decir: superficie, volumen de aire y estándar de aislación térmica, entre otras.

El frío y lluvia llegaron a La Araucanía y con ellos la necesidad de calefaccionar adecuadamente las viviendas. Es por eso que el director de la carrera de Ingeniería en Construcción de la Universidad Mayor sede Temuco, Carlos Berner, entrega una serie de recomendaciones para elegir las mejores alternativas.

En primer lugar, “cuando se trata de calefacción no centralizada, se debe instalar un calefactor con una potencia acorde a las necesidades de la vivienda: superficie, volumen de aire, estándar de aislación térmica, entre otros, para luego seleccionar el energético a utilizar, que dependerá principalmente del acceso y la disposición a pagar”, dice el académico.

Por lo mismo, aconseja que se debe tender a combustibles que tengan una baja emisión de material particulado, para aportar a la descontaminación. “El ideal es evitar el uso de leña, que es el energético más contaminante. Por otra parte, en la conurbación Temuco-Padre Las Casas, evitará las incomodidades de las cada vez más periódicas y extensas restricciones de su uso”, agrega.

Sobre el costo menciona que “el combustible que más se acerca a la leña es el pellet, que puede llegar a reducir en catorce veces la emisión de material particulado con respecto a la leña húmeda. Existe una amplia gama de calefactores en el mercado, incluso de proveedores locales”.

En cuanto a la energía menos contaminante, el profesional añade que es la electricidad, ya que no genera ningún tipo de emisiones. “Si bien la población percibe la electricidad como una energía muy cara y fuera del alcance, hoy existen equipos de una alta eficiencia y bajo consumo, lo que implica que sus costos de operación se acercan mucho a otros tipos de energías”, detalla.

Uso de leña seca

Pero, ¿qué pasa si el uso de leña es la única alternativa disponible? En primer lugar, señala Berner, esta debe presentar un bajo nivel de humedad, es decir debe ser leña seca. Y, por otra parte, se deben usar calefactores certificados de acuerdo a la nueva normativa.

Al mismo tiempo, es primordial usar de manera correcta el calefactor. Por ejemplo, “prender fuego con astillas y piezas de madera de tamaño pequeño, no dejar el tiraje cerrado ahogando el fuego, mantener limpios los ductos de evacuación de gases. Todas estas medidas permitirán aprovechar de mejor manera el poder calorífico de la leña y emitir una menor cantidad de material particulado al exterior”, explica.

Medidas de protección

Además de la calefacción, existen otras alternativas para resguardar y proteger las casas durante esta temporada. Por ejemplo, la ventilación diaria permitirá evitar la condensación al interior de estas producto de alta humedad, la que conduce también a enfermedades respiratorias.

Sin embargo, para evitar la pérdida de calor y desperdicio de combustible, dicha ventilación debe ser por un periodo corto, por ejemplo de 30 minutos al día, y cruzada, es decir, abriendo ventanas y/o puertas que estén ubicadas en las distintas fachadas de la vivienda.

Otra recomendación es instalar cortinas gruesas, idealmente del tipo blackout, que ayudarán a disminuir el intercambio de calor por esos elementos. Si es posible una inversión mayor, se recomiendan persianas exteriores, con relleno de poliuretano.

“En regiones como la nuestra, además de la temperatura, es importante prepararse para la temporada de lluvias, manteniendo anualmente las canales de aguas lluvia y revisando la cubierta, para evitar filtraciones. Al mismo tiempo, mantener periódicamente las pinturas, en especial las exteriores. Es importante indicar que el agua, además de los daños evidentes que produce, disminuye la capacidad de aislación de los materiales”, finaliza el académico U. Mayor.